Mocorito

Mocorito

Este pueblo decididamente norteño tiene un sabor especial, más allá del aroma de chilorio que inunda sus calles. Asombra su identidad colectiva, su riqueza arquitectónica y su emocionante vida cultural. Para aprender más sobre el orgullo mocoritense, hay que sentarse en sus plazuelas y disfrutar con calma sus murales. 

EL MOTIVO de ser un Pueblo Mágico 

Su arquitectura y otras delicias 

– El primer cuadro tiene unas 80 casonas catalogadas y monumentos. 

– Su Templo de la Purísima Concepción conserva 14 grabados del siglo xvi. 

– También es muy valiosa la gastronomía regional. Aquí nació el chilorio como lo conocemos hoy. Además producen chorizo, jamoncillos y bizcochos de trigo y de maíz (bizcotelas, mestizas, empanadas, coricos y suspiros). 

Lo básico 

La pequeña fábrica de chilorio Napo, de don Napoleón Bonyouchoa. 

Para contemplar

Centro Cultural Dr. José Ley Domín- guez. En el patio central de esta her- mosa casona está el mural Mocorito a través de los siglos, que muestra la historia del pueblo desde su funda- ción como misión jesuita en 1593. Plazuela de los Tres Grandes. Rinde homenaje a tres mocoritenses ilus- tres: Agustina Ramírez (doce de sus trece hijos murieron combatiendo durante la Intervención Francesa en Sinaloa); Eustaquio Buelna (historia- dor, lólogo y educador del siglo xix) y Rafael Buelna Tenorio (periodista y general de brigada en la Revolución Mexicana). 

Plaza Rafael Buelna. Aquí encon- trarás el mural Mocorito Ateneo Si- naloense, conformado por miles de pequeños mosaicos. Muestra la his- toria del municipio, además de sus tradiciones y estas. 

Para disfrutar 

Plaza Miguel Hidalgo. Fue atrio de la parroquia y cementerio. Hoy es una agradable alameda con palmeras. Museo de Historia Regional. Diríge- te aquí para escapar un rato del calor y admirar los vestigios paleontológi- cos hallados en la región (huesos de mamut, utensilios e indumentaria). Parque Recreativo Alameda. Cono- ce más de Mocorito y su entorno en un paseo a caballo. 

Lilia Garduño