El origen prehispánico de la palabra chichi
En México es común referirnos a los senos femeninos como chichis, pero ¿sabías que esta palabra es de origen náhuatl?
Es indudable la contribución de nuestro país en el enriquecimiento del idioma español y un buen ejemplo de ello es la incorporación al castellano de infinidad de palabras en náhuatl que usamos cotidianamente como apapacho, chocolate, cuate y chichi, entre muchas otras.
Además, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el náhuatl es la lengua indígena más importante del país, pues casi 1.5 millones de personas la hablan en diez estados, lo que equivale al 1.7% del total de la población.
Origen de la palabra chichi
Este vocablo, el cual usamos coloquialmente para referirnos a los senos femeninos proviene del náhuatl chichihualli, que, según el Gran Diccionario Náhuatl en línea, significa pecho de mujer; ubre o teta de mujer.
Ojo, en esta lengua, chichi es la raíz de la que surgen diferentes voces con significados relacionados; por ejemplo, chichitia significa dar leche a los niños; mientras que chichini es el que mama; aunque curiosamente también se refiere a atorarse o pegarse a algo.
De igual forma, chichiua es la nodriza o aquella quien amamanta a los bebés de otros y ochichic, la acción de mamar.
Pero no debemos confundir la raíz con chichi a secas porque esta palabra significa perro; mientras que chiche se refiere a su dueño y chichitl significa saliva.
De enfermedades y hechiceros
Otro punto interesante que destacar es la palabra chichina, que se traduce en el diccionario como “chupar el hechizero al enfermo, haciéndole entender que le saca los hechizos, o la enfermedad”. Asimismo, el techichinqui sería el hechicero.
Recordemos que los antiguos mexicas creían que las personas podían enfermarse por fuerzas enviadas por chamanes o hechiceros y solo uno de ellos podría curar al enfermo.
Por último, uno de los brujos más temidos era el tlacatecólotl u hombre búho, quien al pronunciar hechizos, estos se alojarían en el cuerpo de la víctima y se “manifestarían” como huesos u obsidiana que solo otro brujo podría extraer. Sí, muchas veces chupando al enfermo para liberarlo de la magia o la enfermedad.