Paisajismo más que arte, una vivencia - México Desconocido
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Arte y Artesanías

Paisajismo más que arte, una vivencia

Estado de México
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Qué afortunado me siento al haber encontrado un lugar donde disfrutar, al abrigo de una hermosa hacienda, de los mismos paisajes que vieron Velasco, Murillo o el mismo Clausell, pero además descubrí un secreto más, que aquí me fue revelado.

Tal y como lo hacen en Francia, en el Valle de los Reyes, por el que serpentea el río Loira, donde los principales exponentes del impresionismo encontraron inspiración, en México tenemos un incomparable rosario de paisajes donde grandes artistas, como José María Velasco y Diego Rivera, captaron esa luz y apacibilidad que ahora son legendarias.

¡Sigue la luz!

Siempre nos han cautivado los volcanes y esos campos inmensos, interminables de maíz y trigo, que con los últimos rayos del sol se tornan dorados. Es la máxima expresión de lo bucólico, del paisaje mexicano que nos distingue en todo el mundo. Una vez, platicando en Francia con un fotógrafo, me dijo que le fascinaba la luz de México, que era especial, que era única; que tal vez por eso veíamos el mundo diferente. Me quedé con esta idea, y comencé a obsesionarme con ello en cada uno de mis viajes por México. ¿Dónde encontrar la luz perfecta? Un día, observando obras de Velasco, caí en la cuenta de que la pista no podía estar más cerca. Es así como tomé el auto y busqué un paraje a las faldas de los legendarios volcanes, del lado del Estado de México.

A unos 5 kilómetros al suroeste de Ayapango, población cercana a Amecameca, me encontré con una callada hacienda: San Andrés Retana. Pregunté si podía quedarme un rato para refrescarme y sus dueños fueron tan hospitalarios que pernocté dos noches y es así como encontré lo que buscaba y más.

Laberintos y reconciliación

Vicente e Irma son los propietarios y poco a poco me fueron platicando sobre la hacienda y sus alrededores. No sé cómo, pero de pronto nos encontramos caminando en un apacible laberinto de más de tres mil cedros, entre una gran greca azteca hablamos de que el ambiente era ideal para matrimonios que buscan volver a encontrarse, platicar y pasar largas horas juntos, cosa que no dudé ni un instante. En lo que fuera el casco de la hacienda, las habitaciones parecen hablar un poco de su historia con fotos de tiempos de la Revolución, están muy bien arregladas y ambientadas, es un viaje al pasado, con la comodidad del presente.

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Visos dorados

Poco se sabe de San Andrés, pero buscando en uno de los libros que tenían ahí, me topé con una lujosa edición: Haciendas Mexiquenses, Cuatro Siglos de Historia, leí que la economía de Ayapango, donde está ubicada, se sustentó en el cultivo de maíz y trigo, cuyas cosechas se vendían en la ciudad de México. Pero lo que más me sorprendió fue caer en cuenta que esta venta se hacía mediante animales de carga o por canoas que se desplazaban sobre el Lago de Chalco. ¡Qué cuadro tan increíble! Ver todo ese antiguo México, no me fue difícil imaginarlo.

Entre los objetos valiosos de la hacienda está uno en especial que me emocionó, una reproducción de La Era, un óleo que Diego Rivera pintó desde donde ¡estaba parado!, hace más de 100 años, de hecho, es su primer obra registrada. ¡Era la luz que buscaba! Sin comprender mucho mi exaltación, Irma me señaló que una de las actividades para los huéspedes es tomar una o varias clases de pintura, y así se dispuso para que viviera mi momento dorado de luz… Por fin estuve varias horas, esperando ver los mismos tonos rosados en las cumbres y en el campo, los tonos dorados, casi naranjas que he visto desde mi infancia en las obras de los grandes. ¡México era todo mío! Y lo estaba captando por fin con mi cámara… No recuerdo momento más feliz.

¿Qué más se puede hacer?

Además de disfrutar del incomparable paisaje con el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl durante  una clase de pintura, en San Andrés Retana puede aprender a montar, presenciar un espectáculo de charrería (la familia Santillán incluso tiene premios nacionales en estas suertes); tomar una clase de cocina (con productos de sus corrales y hortalizas); organizar a los amigos para una degustación de varios tequilas en pleno campo con comida de la región; pasar un día completo en el spa; hacer una excursión por los volcanes con un guía especializado (con Paco Galicia, rescatista alpino); o incluso darse una vuelta por Cholula, que está a sólo hora y media de la hacienda por el Paso de Cortés.

Contacto

Ex hacienda San Andrés Teticpan (Retana)
Municipio de Ayapango, Estado de México.
Tel.: 01 (777) 312 5062.
www.haciendasanandres.com

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