¿Por qué la Ciudad de México dejó de llamarse Distrito Federal?
¿Aún sigues llamando D.F. (Distrito Federal) a la Ciudad de México? Te contamos sobre la historia de sus nombres y que implicaciones tuvo el cambio de 2016.
Aunque oficialmente se llama Ciudad de Mexico, existe un gran arraigo por el antiguo nombre de la capital mexicana. Hasta el año 2016, la ciudad más poblada de México ostentó el nombre de Distrito Federal y fue popularmente conocida como D.F.
El nombre de Distrito Federal se obtuvo debido a la calidad de capital federal de la Ciudad de México. Sin embargo, dicha denominación política no refería a un estado particular, ya que los distritos federales suelen estar subordinados al Estado Federal. Diversos países han contado con distritos federales, como es el caso de Alemania, Estados Unidos, Bélgica, Argentina, etcétera.
El Distrito Federal de México se creó el 18 de noviembre de 1824, tras la caída del Imperio de Agustín de Iturbide, para albergar los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
El cambio de nombre en 2016 es de suma importancia, ya que a partir de entonces la Ciudad de México se integró como la entidad número 32 de los Estados Unidos Mexicanos y adquirió nuevos derechos políticos, como su propia Constitución.
¿Por qué era necesario dejar de ser Distrito Federal?
Como Distrito Federal, la Ciudad de México estaba limitada en su desarrollo integral en la administración gubernamental. Durante años, los habitantes del D.F. lucharon por la autonomía política de la ciudad. Por ejemplo, en 1997 la Ciudad de México celebró sus primeras votaciones para escoger al jefe de gobierno de la Ciudad de México, supliendo la figura de Regente, quien anteriormente era designado por el presidente de la República. El primer jefe de gobierno electo democráticamente fue Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Sin embargo, los cambios no eran suficientes, ya que al ser la ciudad capital de México, el gobierno no poseía la autonomía administrativa suficiente. La figura del jefe de gobierno era intermedia entre un alcalde y el gobernador de un estado. Asimismo, existía una Asamblea Legislativa que no contaba con las mismas atribuciones que un Congreso Local, ya que al ser la residencia de los poderes federales, la Ciudad de México no podía tener dos poderes residentes en el mismo territorio.
Por ello, en 2016 se realizó una reforma política en la Ciudad de México con lo que el Distrito Federal se disolvió y se convirtió en una entidad con plena autonomía. Sin embargo, el cambio permitió a la Ciudad de México continuar existiendo como capital de México y ser sede de los poderes de la unión; el proceso fue semejante al sucedido en capitales de países como Bélgica y Alemania.
¿Y qué pasa ahora que el D.F. es Ciudad de México?
Algunos de los cambios más relevantes de esta nueva designación son los siguientes:
- La Ciudad de México es la entidad (no estado) federal número 32 y se mantiene como la capital del país.
- Cuenta con su propia Constitución Política.
- Las delegaciones políticas desparecieron y se crearon las demarcaciones territoriales, mismas que están encabezadas por un alcalde y un cabildo integrado por 10 concejales elegidos democráticamente.
- La Asamblea Legislativa dejó de existir para convertirse en un Congreso local.
- La Ciudad de México tiene acceso a fondos federales para estados y municipios.
- A diferencia de los estados, el gobierno federal mantendrá la responsabilidad del financiamiento a la educación y servicios de salud de Ciudad de México.
- El procurador de justicia y el jefe de la policía son designados por el jefe de gobierno y ya no por el presidente de la República.
- Los salarios no pueden ser inferiores al mínimo para los trabajadores del resto de las entidades federativas.
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