Rana cristal, un impresionante ser del sur de México
La rana cristal sorprende a quien la mira debido a la translucidez de su cuerpo. Te contamos sobre este pequeño habitante del sur de México.
La naturaleza nunca dejará de impresionarnos: cada vez que creemos conocerla, su creatividad nos muestra una novedad. Éste es el caso de la rana cristal (Centrolenidae), un tipo de anfibio que aglutina varias especies que tienen por principal característica un color de piel verde claro traslúcido.
Habitante de la parte sur de México y Centroamérica, la rana cristal impresiona a quien la mira porque su piel y músculos dejan a la vista sus órganos internos, tales como hígado, corazón e intestinos.
La mayoría de estas ranas habitan en los árboles y plantas, donde permanecen camufladas durante la tarde, para luego tener mayor actividad durante la noche. Son pequeñas, llegando a medir entre 20 y 23 mm, y se alimentan de insectos pequeños.
Su hábitat preferencial son las plantas cercanas a los riachuelos o sobre sus piedras, lugar estratégico para su época de reproducción. Las hembras suelen depositar de 18 a 30 huevos por temporada en las hojas húmedas, mismos que al convertirse en renacuajos caerán y seguirán su vida en el agua. Por su parte, los machos permanecen cerca de la hoja para proteger los huevos hasta que se desarrollen, emitiendo cantos nocturnos.
A diferencia de otros renacuajos, los de la rana cristal son más alargados y con aletas poderosas, suelen enterrarse en el lodo de los ríos y tienen la capacidad de nadar contracorriente.
Lamentablemente, la rana cristal se encuentra en peligro de extinción en las diversas regiones donde vive, principalmente por la contaminación de los ríos. En Bolivia y Ecuador se les consideraba extintas hasta hace poco, cuando fueron nuevamente avistadas.
Este artículo fue publicado originalmente en México Desconocido.