Reino de México, una entidad administrativa del Virreinato
¿Sabías que durante los primeros años de la Colonia existió una entidad administrativa conocida como Reino de México? Te contamos sobre su relación con el Virreinato y la Corona de Castilla.
Cuando pensamos el tránsito entre la época prehispánica y el gobierno colonial, solemos imaginar una ruptura administrativa que inmediatamente se aglutinó en el Virreinato de la Nueva España. Sin embargo, no fue así, pues tras la caída de México-Tenochtitlán, la primera institución de gobierno fue el Reino de la Nueva España, el cual tenía un carácter independiente con respecto a la Corona de España. Dicho reino sería posteriormente disuelto para fundar el Reino de México, el cual tuvo un orden virreinal, pero era independiente.
El Reino de México no fue el único que se estableció, era un reino junto al Reino de Nueva Galicia, Nuevo Reino de León, Reino de Guatemala y Reino de Filipinas. A su vez, estuvo dividido en las provincias de México, Puebla, Antequera (Oaxaca), Veracruz, Valladolid (Michoacán) y el actual Guerrero.
Tanto el Reino de México como la Audiencia de México se establecieron el 13 de diciembre de 1527, cobrando un carácter virreinal en contraste con el independiente Reino de Nuevo España. No fue sino hasta 1535 que nuevamente se fundó el Virreinato de la Nueva España, al cual se integró el Reino de México como una provincia.
El final del Reino de México
El «Reyno de México Tenvxtitlan» fue disuelto el 4 de diciembre de 1786 con la firma de la Real Ordenanza de Intendentes con lo que se crearon 11 nuevas entidades (intendencias) que reemplazaron a los reinos de la Nueva España. Sin embargo, nació la Intendencia de México que administraba el centro del actual México. En su momento de mayor expansión administrativa, el reino llegó a comprender los siguientes estados:
- Tlaxcala
- Puebla
- Estado de México
- Ciudad de México
- Michoacán
- Hidalgo
- Oaxaca
- Querétaro
- Jalisco (parte)
Otra de las particularidades del Reino de México fue su administración. Si bien pertenecía al Virreinato de la Nueva España, no era una Colonia y estaba sometido directamente a la Corona de Castilla. Al ser un reino de indias, se regía por el Derecho Indiano. Aunque se trataba de un reino perteneciente al monarca de Castilla, es importante aclarar que no se consideraba parte del Reino de Castilla.
Finalmente, con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México en 1821, se consolidó la Independencia de México. Inicialmente se buscaba que la Nueva España y sus intendencias le entregaran la corona a Fernando VII. Sin embargo, como Fernando VII no reconoció la independencia del país, México se constituyó como imperio, cuya corona recayó en Agustín de Iturbide por voto unánime del parlamento.
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