Rescatan un quetzal en las calles de la Ciudad de México
La presencia de un quetzal alertó a vecinos de Santa María la Ribera, quienes quedaron perplejos por su belleza.
Vecino de Santa María la Ribera, en la alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México, reportaron a la PROFEPA vía telefónica y a través de redes sociales la presencia de un visitante peculiar y envidiable. Se trataba de un quetzal que se encontraba en las ramas de un árbol ubicado en el cruce de las calles Jaime Torres Bodet y Carpio.
Aunque no se sabe con precisión su estado de salud, es probable que el quetzal se encontrara en problemas, pues se mantuvo estático en los cables de alta tensión y luego en las ramas del árbol. Gracias a su poca movilidad, el personal de la PROFEPA pudo tranquilizar al ave para rescatarla y resguardarla.
Cabe destacar que el quetzal es una de las aves más valoradas de América por su hermoso plumaje de colores en los que destaca el verde y el rojo. Lamentablemente cada vez es más complicado verlo, incluso en zonas selváticas como las del sureste de México. La mancha urbana y la destrucción de hábitat son la principal razón.
Debido a su riesgo crítico de extinción, poseer un quetzal está penado por la ley, pues se trata de un ave protegida.
«La Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) establece la prohibición de traficar con ejemplares vivos o muertos o con productos o subproductos de quetzal, en tanto que la NOM-059-Semarnat-2010 lo clasifica en peligro de extinción, por lo cual se han establecido zonas protegidas para que los hábitats del quetzal se salvaguarden»,
se menciona en la página del Gobierno de México.
Un quetzal en resguardo
Los socorristas que auxiliaron al quetzal subiendo al árbol con una técnica de rápel. Luego se dirigieron a las instalaciones de la Brigada de Vigilancia Animal en Xochimilco.
De acuerdo con uno de los vecinos que anunció la presencia del animal, no es la primera vez que se ve una especie descomunal en las inmediaciones, por lo que alertó que podría perteneces a una colección ilegal. «Hace unos meses vi halcones en el kiosco morisco», mencionó.
Ave sagrada
El quetzal fue considerado una manifestación divina por los mayas y mexicas. Su nombre proviene del náhuatl quetzalli, que quiere decir hermoso, bello o sagrado.
Durante la época prehispánica el quetzal estuvo asociado al dios mexica Quetzalcóatl y a su paralelo maya Kukulkán; deidades que manifestaban el arquetipo de la serpiente emplumada.
Según el Popol Vuh, libro sagrado de la cultura maya, cuando el dios creador Kukulkán y Tepeu, dios del cielo, decidieron dar vida a las aves soplaron sobre el árbol de guayacán. Como consecuencia, las hojas azul verdoso del guayacán se dispersaron en el viento y se transformaron en el pájaro quetzal.
Además, las largas plumas del quetzal macho fueron empleadas para confeccionar la indumentaria imperial y sacerdotal; sin embargo, el quetzal no era cazado, sus plumas eran quitadas después de la temporada de reproducción para luego ser puesto en libertad. Matar un quetzal era visto como un crimen y ameritaba la pena de muerte.
El quetzal recibe el nombre científico de Pharomachrus, proviene del griego antiguo pharos, «manta», y makros, «largo» y está clasificado dentro de la familia de los pájaros trogones. Su dieta omnívora está compuesta de frutos, pequeños insectos, lagartijas y ranas.
Reproducción del quetzal
Los ejemplares macho presentan plumajes de color verde metálico y pecho rojo. Durante la etapa de reproducción, los machos desarrollan una cola de hasta 1 metro de longitud, lo cual contrasta con el cuerpo, cuya medida puede llegar a ser de 35 cm.
Como es común entre las aves, el quetzal es una especie que presenta dimorfismo sexual. Debido a ello las hembras presentan colores más opacos y no desarrollan cola.
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