El Templo de Kukulcán en Chichen Itzá, maravilla de maravillas
Descubre Chichén-Itzá así como todas las maravillas que esconde en su interior como el Templo de Kukulkán.
No dejes de presenciar en el Templo de Kukulkán, el puntual arribo de dicha deidad, durante los equinoccios de primavera y otoño.
Maravilla: una palabra con gran significado
A su paso por la vida, el ser humano ha dejado huellas de su imaginación y talento creativo. Estas han sido manifestadas muchas veces en obras materiales que nos provocan gran admiración. Tal es el caso de las llamadas siete maravillas del mundo antiguo.
Para entender el uso de este adjetivo, con el cual las calificaron, acudimos al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. De esta manera vimos que la palabra maravilla proviene del latín mirabilia, y significa suceso o cosa extraordinaria que causa admiración.
Esto nos lleva a pensar que cuando aplicamos dicho adjetivo a un lugar, queremos decir sencillamente que es ¡increíble!
Patrimonio Mundial, Cultural y Natural
En 1972, la UNESCO retomó en parte el significado e importancia de las siete maravillas al establecer la Convención sobre la protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural. Su objetivo principal es convocar la ayuda internacional para preservar aquellos bienes que posean un valor universal y significativo para la historia de la humanidad. Cabe señalar que, actualmente, la Lista del Patrimonio Mundial contiene alrededor de 1,073 sitios. Esto sobrepasa por mucho aquel primer listado.
Posteriormente, se dieron a conocer las nuevas siete maravillas. Esto gracias al suizo Bernard Weber, quien tuvo la iniciativa de convocar a que se votara por las obras más sobresalientes. En un concurso abierto, libre y democrático. Como finalistas quedaron 21 bienes, de los cuales casi todos cuentan con el reconocimiento de la UNESCO como Patrimonio Mundial, entre ellos figuraba Chichén-Itzá.
La competencia fue muy fuerte, sin embargo, México tuvo desde el principio grandes posibilidades de ingresar a este grupo con un monumento excepcional de esta zona arqueológica.
Chichén-Itzá, Patrimonio Cultural de la Humanidad
El depurado arte maya y la severidad militar tolteca se reflejan en los enigmáticos templos y pirámides que conforman este sitio ancestral. Varias estructuras demuestran este mestizaje cultural plenamente logrado. Por ejemplo, el Templo de los Guerreros, cuyos tableros exhiben asombrosos relieves de águilas y jaguares devorando corazones humanos.
Seguramente has visto y admirado la escultura del dios Chac Mool al llegar a lo alto, junto con dos soberbios pilares tallados en forma de serpiente. Rodeando dos de sus lados se encuentra el Grupo de las Mil Columnas, nombre dado por sus múltiples pilares que sostuvieron una serie de techumbres que formaban galerías espaciosas.
El llamado Mercado es un lugar muy especial, pues cuenta con un patio trasero delimitado por esbeltas columnas, cuyos capiteles se observan en forma de dado o cubo. La imagen de este lugar evoca fuertemente el arte griego. No en vano los mayas son considerados en Europa como los griegos de América.
Por su parte, el edificio llamado el Caracol es una de las pruebas fehacientes de que los mayas eran amantes de estudiar los fenómenos astronómicos, al emplear esta estructura como observatorio. Otro elemento más que los distingue es el mayor Juego de Pelota construido en toda Mesoamérica, con una dimensión de 168 por 70 metros, y una riqueza ornamental en sus frisos.
El Templo de Kukulkán, una inigualable maravilla
Indiscutiblemente en su estructura conocida como el Castillo o pirámide de Kukulcán. Esta se encuentra ubicada al centro del conjunto. Refleja la suntuosidad militar que rodeó a este dios creador del viento. Su base es cuadrada, tiene 55 metros por lado y 30 de altura. Cuenta con nueve cuerpos en talud y una escalinata por cada lado.
La principal exhibe cabezas de serpiente al inicio de sus alfardas o muretes que contienen los escalones. Si bien esta pirámide está muy lejos de competir en volumen o altura con la del Sol (Teotihuacan) o las de Gizá (Egipto), tiene la cualidad maravillosa de mostrar año tras año la interacción del hombre y la naturaleza como no lo hace ningún otro candidato antes señalado.
Durante los equinoccios de primavera y otoño, al topar los rayos de sol en las alfardas de la escalera principal, se produce un espectáculo increíble de luz y sombra. Se van formando triángulos de luz producto de la sombra que proyectan los nueve cuerpos o plataformas de la pirámide.
Esa sombra, conforme avanza el sol, recorre el muro deslizándose hacia abajo hasta iluminar la cabeza de una de las serpientes que se encuentran al inicio de la escalinata. Según los investigadores, este efecto simboliza el descenso del dios Kukulcán a la tierra, para comenzar así el ciclo agrícola.
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