Sorpresas gastronómicas en la Sierra Tarahumara
Descubre estas delicias de la Sierra Tarahumara.
Camarones barranqueños
En las profundidades de la Sierra Tarahumara, el platillo típico es el aguachile, o sea, camarón crudo marinado en limón. ¿Desconcertante? No del todo. Esto es en Urique, un pueblito que por su ubicación al fondo de la barranca homónima tiene más parentesco geográfico —y mejores comunicaciones— con el valle del río Fuerte, en Sinaloa, que con las tierras altas de la Sierra Madre Occidental, en Chihuahua. De hecho, está a sólo 600 metros sobre el nivel del mar y bastante más cerca de la costa del Pacífico (185 kilómetros en línea recta) que de la capital del estado (240 kilómetros).
Sin embargo, Urique no deja de ser Chihuahua, y la presencia de los tarahumaras le ha dado un giro muy peculiar al aguachile, que por lo demás es un platillo típicamente sinaloense. Aquí, el aguachile se sazona con orégano y arí, una goma producida por hormigas que los rarámuri de la barranca reúnen pacientemente y siempre en pequeñas cantidades. Gracias a esto, dicen, el aguachile resultante es tan sabroso que los pilotos de avioneta que recorren la sierra hacen paradas no programadas en Urique sólo para probar este platillo.
Vino de la Tarahumara
Otra de las sorpresas gastronómicas que depara la Sierra Tarahumara es el vino de Cerocahui. Sí, este pueblito fundado en 1688, de 1,200 habitantes, sin cantinas y sin cárcel, famoso por su linda iglesia misional, tiene algunas hectáreas sembradas con viñedos. Y el producto que sale de ahí no está nada mal.
En 1975, la familia Balderrama compró en Cerocahui una casona y un amplio predio. El edificio lo convirtió en el céntrico hotel Misión (uno de los más elegantes en la sierra), y los terrenos los dedicó a la producción de uvas Cabernet Sauvignon y Chardonay para de ahí elaborar desde hace 15 años las variedades de tinto y blanco del vino Misión de Cerocahui.
Uno puede especular sobre cuáles son las condiciones que favorecen a las vides de Cerocahui: el clima moderado y las lluvias, la altitud (1620 metros sobre el nivel del mar), la protección de las montañas que envuelven el valle, la mano de los viñadores… o todo lo anterior. Lo cierto es que las 1,900 botellas que aquí se producen contienen un vino de mesa sin acidez, suave, aromático y bastante agradable al paladar.
5 Imprescindibles
• Visitar Creel, uno de los pueblos más pintorescos y con más y mejores servicios de la Sierra Tarahumara.
• Dar un paseo en lancha en el Lago de Arareco, rodeado por rocas y altas coníferas (cercano a Creel).
• Subir al mirador sobre el borde mismo de la Barranca del Cobre y al de Piedra Volada. ¡Se sentirá dueño del mundo! (a 58 km de Creel).
• Abordar El Chepe. El boleto de primera clase cuesta 1,552 pesos. Podrá conocer, entre Creel y El Fuerte, las panorámicas más impresionantes de la Sierra.
• Hacer rappel o ciclismo por la zona de la Cascada de Basaseachi (www.conexionalaaventura.com).