Tapetes de Día de Muertos, practica esta tradición en casa para embellecer tu ofrenda
Elaborados con diversos materiales, los tapetes de Día de Muertos son fáciles de hacer. Te contamos el paso a paso para lucir uno en tu altar
El origen de los tapetes de Día de Muertos, como la mayoría de las tradiciones del México contemporáneo es sincretismo puro, una fusión entre los rituales prehispánicos y los españoles.
De hecho, éstos se inspiran en las tradiciones prehispánicas, aquellas que rendían tributo a quienes iniciaban su viaje hacia el Mictlán y regresaban al mundo terrenal, los dos primeros días de noviembre, para visitar a sus seres queridos vivos.
¿Qué pasa con los mexicanos cuando mueren?
Igualmente, se dice que la tradición de elaborar tapetes surgió en la fiesta de Corpus Christi de la isla de Tenerife, en España; y desde la Edad Media, las calles se adornaban con imágenes de Cristo crucificado y de la Virgen María hechas con flores y arena.
Más tarde, los españoles traerían esta práctica a Latinoamérica y en nuestro país sería muy bien asimilada para conmemorar el Día de Muertos, pues se equiparaba a las ofrendas que las civilizaciones prehispánicas montaban para honrar a sus dioses.
Tapetes de aserrín, una tradición de Día de Muertos
A lo largo y ancho de México podemos disfrutar de estos coloridos tapetes en espacios públicos donde son colocadas las ofrendas de muertos y se montan con diversos materiales como el aserrín, la arena, incluso tierra, pétalos de flores y semillas. Por ejemplo en Atlixco, Puebla, a partir del 28 de octubre, se elabora un tapete con unas 150 mil flores típicas de temporada en la explanada del Palacio Municipal.
De igual forma este arte efímero se puede apreciar en los poblados de Zaachila y Tuxtepec en Oaxaca, en Querétaro, Guanajuato, Zacatecas, Hidalgo y en el Zócalo de la Ciudad de México.
¡Vive el Día de Muertos en Oaxaca este 2023!
Arma tus propios tapetes de Día de Muertos en casa
¿Qué necesitas?
- Una superficie limpia.
- Una cartulina con la imagen que quieras replicar: calaveras, flores o catrinas.
- Bolsas de aserrín de diferentes colores.
- Un embudo.
- Atomizador de agua.
¿Ya tienes todos los materiales? Pues manos a la obra:
- Coloca la cartulina con la imagen elegida en el lugar donde se quedará el tapete.
- Rellena con cuidado cada espacio de la imagen auxiliándote del embudo.
- Cuando hayas concluido el tapete, rocíalo con un poco de agua para evitar que el aserrín se esparza. Así durará más días.
- Por último, puedes complementar la decoración del tapete con flores de cempasúchil, velas, semillas y papel picado. ¡No hay límite para la imaginación!
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