Descubre el secreto de la tierra santa comestible de Chalma y San Juan de los Lagos
La tierra santa comestible de San Juan de los Lagos: símbolo de fe, esperanza y tradición que captura corazones en busca de milagros.
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La tierra santa comestible de San Juan de los Lagos es un fenómeno único que atrapa la fe y la curiosidad de miles de creyentes. Conocida como la “Tierrita de San Juan”, esta peculiar reliquia simboliza devoción, por lo que se consume por sus supuestos poderes milagrosos.
¿Qué es la tierrita santa comestible?
La tierrita santa comestible es un pequeño bloque arenoso, poroso y compacto que se elabora a partir de tierra o arcilla de San Juan de los Lagos, Jalisco.
Aunque su verdadera composición es un misterio, muchos creen que contiene carbonato de magnesio. Este bloque untable o comestible convirtió en un amuleto de fe para quienes buscan protección, curación y milagros.
La leyenda cuenta que, en uno de los cerros de San Juan y cerca de un pozo de agua, la Virgen de San Juan de los Lagos (en forma de niña) descendió del cielo a jugar. Hacía bolitas de barro con la tierra del lugar, y curiosamente, se pueden encontrar allí muchas piedras casi redondas.
Por ello a esta tierra se asoció con propiedades milagrosas, capaces de aliviar dolencias físicas y espirituales.
Tradición que perdura
La tierra santa comestible se comercializa en hierberías y comercios de productos esotéricos. Los creyentes la compran para ingerirla, aplicarla en el cuerpo o simplemente conservarla como un símbolo de fe.
Comer esta tierrita forma parte de la tradición de San Juan de los Lagos, y se le atribuyen beneficios como mejorar la digestión en mujeres embarazadas y fortalecer los huesos de los ancianos.
La tierrita santa tiene un sabor ligero y dulce, con una textura granulada que se deshace en la boca, convirtiéndose en una masilla. Cada bloque mide aproximadamente 3 cm por 5 cm, con un ancho no mayor a medio centímetro.
El costo varía, desde 10 a 15 pesos por bloque hasta 100 pesos o más por bolsa. Pese a los estudios que señalaron la presencia de arsénico y plomo, los fieles prefieren seguir consumiéndola como un remedio casero.
A pesar de su popularidad, el consumo de la tierrita está disminuyendo con el tiempo. Sin embargo, aquellos que aún la compran y la consumen, mantienen viva una tradición que mezcla fe, historia y cultura.
Tierra santa de Chalma
Otro de los lugares en los que también el consumo de esta tierra santa es bastante popular se encuentra en el Estado de México: Chalma. Ahí también los devotos suelen comerla como símbolo de fe y devoción por el santo patrón el Señor de Chalma.
La «tierrita milagrosa» sigue siendo un consuelo para muchos, uniendo a las personas en un acto de devoción que ha perdurado por generaciones.
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