Travesía por río al lugar de las Nubes de Agua - México Desconocido
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Ecoturismo y aventura

Travesía por río al lugar de las Nubes de Agua

Travesía por río al lugar de las Nubes de Agua fifu

Navegamos por las apacibles aguas del río Tampaón, por la ruta prehispánica que llevaba el sitio arqueológico de Tamtoc, para celebrar el primer año de que fue abierta al público esta magnífica ciudad

El día amaneció tal y como lo habíamos pronosticado, una densa neblina envolvía totalmente al hotel Taninul. Habíamos llegado la noche anterior y decidimos pernoctar aquí para estar en mayor contacto con la naturaleza. A la hora convenida, Alfredo Ortega, el delegado de Turismo de la Zona Huasteca, pasó a recogernos. El plan era partir a las siete de la mañana para anticiparnos al calor del día y disfrutar el despertar de la naturaleza. Estábamos por iniciar un recorrido de prueba sobre el río Tampaón, siguiendo la antigua ruta de acceso a la ciudad prehispánica de Tamtoc (lugar de nubes de agua), para establecer tiempos y distancias de una próxima ruta turística.

A fuerza de remo

Al llegar a la comunidad del Aserradero, punto de embarque elegido, nos dividimos en dos grupos, partimos en las mismas canoas que utilizan para la pesca y la recolección de arena. Aunque la idea es adquirir lanchas tipo trajinera para realizar los recorridos turísticos, en esta ocasión utilizaríamos éstas para medir a fuerza de remo el tiempo del trayecto. Para evitar contaminar el río y perturbar la fauna silvestre, está prohibido el uso de lanchas de motor. El primer tramo del viaje lo hicimos en silencio, disfrutando de los murmullos de la naturaleza y fascinados por la magia del río cubierto por la neblina.

Hay momentos en que uno debe permanecer callado y éste era uno de ellos. Avanzábamos lentamente, pues íbamos a contracorriente y buscando los puntos menos profundos que permitieran apoyar los remos en el lecho del río y así impulsarnos a mayor velocidad. La neblina no cedía, lo que pronosticaba que el calor del día iba a ser intenso. A mitad de camino, finalmente se dispersó la neblina y entonces pudimos apreciar perfectamente el paisaje. Garzas y pájaros zapapicos, papanes y tuliches, acompañaban nuestro viaje.

Con la claridad del sol, podíamos observar el fondo del río y una gran variedad de peces que se alborotaban a nuestro paso. En este río, los habitantes de la ribera acostumbran pescar el bagre, tilapa, langostino, róbalo, carpa, lisa y el peje. También aprovechan el manto arenoso para extraer arena.

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Al cabo de una hora con 40 minutos, avistamos nuestro destino, lo que parecía una colina en el horizonte, se trataba de la estructura mayor del sitio arqueológico. Para llegar a él desde el embarcadero, caminamos a través de una extensa planicie que revelaba a cada paso la grandeza del lugar.

Un anfitrión de lujo

En la palapa que da acceso a la ciudad prehispánica, nos recibió el arqueólogo Guillermo Ahuja, director del proyecto arqueológico Tamtoc, quien nos contó que no sólo está interesado en el rescate del sitio arqueológico, sino también en la inserción de las comunidades ribereñas en la prestación de servicios complementarios. Por ello su interés en escuchar nuestra experiencia sobre el recorrido. Después nos relató con lujo de detalle el proceso de rescate del sitio, enfatizando en el enorme valor de los nuevos hallazgos. Los trabajos de excavación se iniciaron formalmente en el año 2001 (hubo otras excavaciones parciales en 1960) y el sitio arqueológico fue abierto al público el 11 de mayo de 2006. Fue a principios de 2005 cuando se dieron a conocer los afortunados hallazgos de dos esculturas antropomorfas con representaciones femeninas, que vendrían a replantear el estudio de las culturas de Mesoamérica y a confrontar algunas teorías, como la que se refiere a la presencia de la cultura olmeca en el Norte de México.

Ciudad femenina

Tamtoc es una ciudad de mujeres, y no precisamente porque ellas gobernaran, si no por la fuerte presencia femenina que se aprecia en el sitio arqueológico. Basta mencionar que más del 87% de los restos encontrados en las tumbas del lugar, corresponden a mujeres. Igualmente, de las cinco representaciones antropomorfas en escultura encontradas hasta el momento en Tamtoc, sólo una posee atributos masculinos. Esto da muestra del importante papel que desarrollaba la mujer en la cultura huasteca.

Así nos enseñan una escultura tridimensional que se encuentra al centro de la palapa, una pieza que puede considerarse única en su tipo –con referencia a otras encontradas en Mesoamérica– pues la representación con gran detalle del cuerpo, espalda, columna vertebral, glúteos y la proporción de las cadera, guarda mayor semejanza con el prototipo de esculturas encontradas en la Grecia clásica, Roma o el Medio Oriente.

La ciudad antigua

Aunque el sitio arqueológico es muy extenso, sólo se ha explorado una mínima parte. Visitamos primeramente las tres plazas principales, en donde se puede apreciar claramente en las estructuras mayores, el remate circular en las banquetas del centro de las escalinatas, características de la arquitectura huasteca.

Las estructuras están orientadas hacia diferentes cuerpos celestes o constelaciones, pues quienes habitaron esta ciudad, tenían un gran conocimiento de la astronomía y por consiguiente, de los ciclos agrícolas. Prueba de ello el marcador solar que se encuentra en una de las plazas. Durante los últimos días de abril y los primeros de mayo, el sol reproduce el fenómeno de proyectar la sombra de una estela sobre el centro de la escalinata, lo que representaba en aquella época, que daba inicio el año agrícola.

Antes de llegar a la estela principal, visitamos a “Tomás, el cinco caracol”, como le llaman cariñosamente los arqueólogos del sitio. Se trata de la única escultura antropomorfa masculina de Tamtoc, pues aunque sólo se ha recuperado la parte inferior, en ella se aprecia un enorme pene perforado a manera de auto sacrificio, muy similar a la representación del mito de la creación del hombre, en donde Quetzalcóatl, al bajar al inframundo, se perfora el miembro para mezclarlo con los huesos de generaciones anteriores y así concebir al hombre.

La piedra del tiempo

Para el final del recorrido nos tenían reservada otra sorpresa. Se trataba de un monolito de más de 7 metros de largo por 4 metros de alto, descubierto por casualidad en febrero de 2005, cuando se estaban liberando unas estructuras del antiguo canal hidráulico del sitio. Fue entonces que se encontraron fragmentos de laja que sobresalían sobre la superficie del terreno. Al comenzar a limpiar, notaron que la laja se prolongaba hacia el interior, hasta llegar a una profundidad superior a los 4 metros. El hallazgo resultó ser uno de los más afortunados e importantes que se hayan dado sobre esta cultura. Se trata de un monolito fragmentado en donde se encuentran representadas tres mujeres, dos de las cuales, aparecen decapitadas. El otro personaje tiene el rostro descarnado, lo que puede ser interpretado como una alusión a la tierra, aunque también se relaciona a esta escultura, con el agua y la fertilidad. Igualmente se han encontrado en este monolito –además de la orientación– muchas referencias hacia la luna, lo que hizo pensar en una primera instancia, que se trataba de un calendario lunar. Sin embargo, al encontrar elementos que aluden al sol y dan pauta para entender también el calendario solar, se le ha bautizado como      la Piedra Calendárica de Tamtoc.

De vuelta al río

Antes de regresar nuevamente al Aserradero, aprovechamos para visitar Tampacoy, una de las comunidades tenek incluidas en el circuito ribereño. Este lugar será una escala en el trayecto al sitio arqueológico, en donde se podrá conocer directamente una comunidad indígena tenek, comer, comprar artesanías o pernoctar. Ya con el sol a plomo, iniciamos el retorno hasta el Aserradero, pero esta vez teníamos la ventaja de llevar la corriente a favor. Por ello nuestro tiempo de trayecto fue de una hora y nuestros guías-remeros, tuvieron un canotaje más relajado.

Aquí concluía nuestra aventura, pero todavía nos esperaba una mesa puesta en la casa de nuestro guía. Junto a su familia, en el frescor de su bohío, compartimos una comida que nos supo a gloria. Estábamos satisfechos por haber reinaugurado el antiguo camino a Tamtoc.

Imagine llegar a esta misteriosa ciudad envuelto por la neblina del legendario río Tampaón… una experiencia que nunca olvidará.

La cultura Tenek

Son un grupo indígena de origen mayense. Durante la época prehispánica tuvieron un desarrollo cultural temprano, en comparación con otros grupos de Mesoamérica. Los montículos o plataformas redondas hechas de arcilla y piedra, sobre las cuales se levantaron los templos, son características de la arquitectura prehispánica huasteca.

Además de ser feroces guerreros, se distinguieron por sus magníficas esculturas de roca arenisca, tallada o en bajorrelieve. Uno de los más bellos ejemplos que se conocen sobre este trabajo –además de las esculturas encontradas en Tamtoc– es el Adolescente huasteco. En la actualidad, muchas tradiciones de esta cultura permanecen vivas, como la celebración del xantalo, en honor a los difuntos.

Existe una pieza única en su tipo que guarda mayor semejanza con el prototipo de esculturas encontradas en la Grecia clásica, Roma o el Medio Oriente

Las estructuras están orientadas hacia diferentes cuerpos celestes o constelaciones.

autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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