Tu mamá te quiere ver viajando
Nuestras madres nos enseñan muchas cosas, entre ellas a viajar, aquí el testimonio de algunas mamás de viajeros que influyeron para que sus hijos recorrieran nuevos caminos.
Cuando te vas de viaje tu mamá siempre se queda un poco preocupada de las cosas nuevas a las que te enfrentarás, pero sin duda ella decide aceptar ese costo por verte feliz viviendo tu vida.
Esta conclusión no me la inventé, la deduje, al entrevistar a madres de hombres y mujeres que viajan por los rincones más bellos de México e incluso fuera del país. Estas mamás me contaron cómo, a veces sin querer, influyeron en sus hijos e hijas para que un día tomaran sus mochilas y recorrieran caminos nuevos.
Mamá 1: “No soy muy religiosa, pero me apoyo en Dios para que regrese con bien”, Katyna, madre de Roberto Gallegos, cicloviajero que colabora con México desconocido.
Katyna Ricci y su esposo realizaron con su hijo pequeño, Roberto, cómodos viajes a los destinos turísticos más famosos de México, pero nunca se imaginaron que esta dinámica impactaría tanto a la vida de su muchacho a tal grado que cuando éste cumplió 16 años realizó su primer viaje por toda la República Mexicana, al poco tiempo emprendiera una travesía por Panamá y más tarde recorriera gran parte del mundo en bicicleta.
Cuenta que hace no mucho su hijo enfermó de dengue en Camboya, pero esto lo supo hasta después de que él había librado la enfermedad. “Mis amigas me dicen que cómo puedo dormir sabiendo que mi hijo está en bicicleta por todo el mundo, sin saber nunca exactamente en dónde está. yo contesto que “No soy muy religiosa pero me apoyo en Dios para que regrese siempre con bien”.
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Mamá 2: “Me encanta que mi hijo conozca ciudades, países y que disfrute su vida”, Guadalupe Lascurain, madre de un viajero prematuro
Hace 30 años Guadalupe Lascurain tenía el mejor empleo que un apasionado de los viajes puede pedir: controlador de tráfico y documentación de pasajeros para la extinta Mexicana de Aviación. Su empleo le permitía tener acceso a viajes por diferentes partes del mundo y fue entonces cuando empezó a llevarse a su hijo Edgar, de entonces tres meses consigo, el primer lugar al que fueron juntos fue al frío Canadá, visitaron juntos la ciudad de Vancouver, tour al cual el bebé respondió de maravilla, como si estuviera hecho para las travesías.
De niño Edgar empezó a viajar de Nuevo Laredo a la CDMX solo, para pasar las vacaciones en casa de sus abuelos, más tarde hizo incursiones por el país para después empezar a viajar por Europa. Desde el inicio Guadalupe prefiere pensar en las cosas buenas que vivirá su hijo en cada viaje en lugar de lo malo que pueda ocurrir. “Para mí es satisfactorio, muy agradable, que mi hijo trabaje y que una de sus aficiones sea viajar, claro que en esto yo tuve mucho que ver”.
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Mamá 3: “Cuando mi hijo viaja me quedo más preocupada que mi esposo”, Guadalupe Zavala, madre de un viajero apasionado de México y América Latina.
Desde que era un adolescente Hugo Abdiel empezó a sorprender a sus papás con viajes solo por diferentes estados del país, pero la preocupación se apoderó del rostro de su madre, Guadalupe, cuando el muchacho le dio la noticia de que viajaría a Chile.
Se puso a llamar a la familia que lo recibiría en aquel país, investigó cuál es la ruta que seguiría y los problemas que posiblemente enfrentaría, cuando lo supo todo al fin se quedó tranquila y solo espero a que su hijo regresara para contarle sus experiencias.
Hace memoria y recuerda que quizá ella fue la que influyó en él al enviarlo, cuando era un niño, con su familia en Michoacán durante las vacaciones. Recuerda que lo montaban en un camión y alguien más lo esperaba en ese estado, ese fue el inició de todo, reflexiona Guadalupe.
