¡Villa del Carbón el lugar ideal para celebrar el Día del Niño!

El Día del Niño es una celebración que año con año fortalece la comprensión de la infancia en el mundo y promueven tanto su bienestar como sus derechos. En México este día es, además, una gran fiesta para los peques, momento en que los adultos los consienten con actividades especialmente para ellos.

Los pequeños amantes de las actividades al aire libre y con un gran interés por la ecología deben visitar Villa del Carbón en esta fecha tan especial y emocionante para ellos. ¡Te contamos todo lo que pueden hacer y cómo divertirse en este destino!

Día del Niño en Villa del Carbón

Villa del Carbón es un Pueblo Mágico del Estado de México a menos de dos horas de la Ciudad de México, perfecta para una escapada de fin de semana. Además de su cercanía con la ciudad, es el lugar perfecto para llevar a los pequeños a disfrutar de la naturaleza.

El fin de semana del Día del Niño es también un puente largo, el mejor pretexto para tomar un descanso fuera de la ciudad y lejos de la rutina. Te contamos todas las actividades que puedes realizar en este destino para que niños y adultos se la pasen en grande.

Campamento en medio de la naturaleza

Si hay algo que todos de pequeños fantaseamos es la posibilidad de acampar y asar bombones alrededor de una fogata. En Rancho San Miguel ambas se pueden hacer realidad. Se trata de un espacio en la comunidad La Cañada, a sólo 20 minutos del centro de Villa del Carbón en el que podrán pasar la noche entre grandes y frondosos árboles, sin preocuparse ni siquiera por tener una tienda para acampar. Rancho San Miguel ofrece esta opción, o si tienen tienda propia, el pago sólo debe realizarse por usar el espacio y los servicios.

Aquí la principal opción de hospedaje son las cabañas, ¡otra emocionante y diferente forma para viajar! Hay cabañas para dos y hasta para siete personas, por lo que no importa qué tan grande sea la familia, todos puedes disfrutar de esta experiencia.

Fogata y caminata nocturna

¿Quién no disfruta sentarse alrededor de una fogata, comer bombones asados y contar historias? También Rancho San Miguel hace este sueño realidad. Además de poder disfrutar de la noche mientras se escucha el chisporroteo de la madera al fuego, hay oportunidad de tomar un paseo nocturno iluminado por antorchas, otro de las actividades que ahí se ofrecen.

El paseo nocturno se realiza los sábados por la noche, con una duración aproximada de dos horas. Durante el recorrido se visita la antigua planta de luz, para aprender sobre su funcionamiento e importancia en el pasado. También se visitarán las ruinas de una hacienda del siglo XIX mientras escuchan las historias y leyendas de personas que habitaron la comunidad. El recorrido termina en la fogata de Rancho San Miguel, para disfrutar la noche con café, té y pan.

Explora la naturaleza alrededor

El Pueblo Mágico tiene una gran vegetación y alberga una importante cantidad de flora y fauna que ya no puede apreciarse en las ciudades, por eso es una gran oportunidad para que los pequeños disfruten de los encantos de la naturaleza y refuercen la importance de cuidar del medioambiente.

Entre los atractivos naturales de Villa del Carbón pueden conocer la presa Taxhimay en el antiguo pueblo San Luis de las Peras que quedó bajo el agua, ¡les sorprenderá ver las torres de la antigua iglesia salir del agua!

La Peña de la Bufa es una montaña en la que se pueden mirar cascadas y manantiales que brotan entre las rocas. Es perfecta para practicar senderismo entre los distintos árboles que aquí crecen. Al pie de la montaña se encuentra la Presa del Llano, donde es posible dar un paseo en lancha e incluso practicar pesca. Hay truchas y en los restaurantes alrededor pueden prepararla para degustarla ahí mismo.

¡No lo piensen más! Celebren el Día del Niño en Villa del Carbón, ¡a todos les encantará!

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José Ángel Araujo Corredor, amante de los perros y apasionado de la comida. Escribo sobre comida, viajes y estilo de vida. Mi historia de amor con la comida comenzó cuando apenas era un niño, observando a mi mamá volando en la cocina como un colibrí. Amo los viajes que me dejan con el corazón contento, y unos kilitos de más.