Vinagrillos, los insectos de aspecto temible pero inofensivos
Pertenecen al grupo de los arácnidos y a pesar de su apariencia aterradora, los vinagrillos no dañan a las personas. Por eso, ¡no los mates!
Conocidos científicamente como Uropygi, los vinagrillos son insectos de color oscuro o pardo-rojizo; miden entre cinco y hasta 15 centímetros; tienen unas grandes pinzas delanteras, capaces de intimidar a cualquiera, y su cuerpo es parecido al de un escorpión, pues cuenta con una “cola” delgada, larga y puntiaguda.
Te contamos más de este insecto, que a pesar de su espeluznante apariencia, es completamente inofensivo.
¿Por qué se llaman vinagrillos?
Reciben este nombre porque cuando se sienten amenazados, expulsan un líquido con olor a vinagre a través de glándulas ubicadas en la parte trasera de su cuerpo. Dicho líquido está compuesto en su mayoría de ácido acético (vinagre); por ello, no es venenoso ni peligroso para las personas, aunque podría irritar la piel y las mucosas.
Los uropigios
También llamados escorpiones látigo, se han identificado entre 131 y 300 especies distintas de vinagrillos alrededor del mundo; principalmente en regiones tropicales y subtropicales; aunque también es posible encontrarlos en zonas desérticas. En cuanto a sus hábitos, son nocturnos y solitarios; en el día se esconden debajo de piedras, troncos, hojarasca y bajo el escombro en terrenos baldíos.
De igual forma, debido a que su visión es deficiente, usan sus patas delanteras como sensores, para orientarse. Respecto a su “cola”, ésta no es un aguijón, sino un “flagelo multiarticulado” que los ayuda también a guiarse. Finalmente, utilizan sus pinzas para atrapar y triturar a sus presas, que son insectos y pequeños invertebrados.
Nuevas especies de vinagrillos gigantes en México
Curiosamente, apenas el año pasado fueron identificadas tres nuevas especies en nuestro país de vinagrillos gigantes (también llamados vinagreones), pertenecientes al género Mastigoproctus. Estos fueron ubicados en las selvas tropicales de Xilitla y Aquismón en San Luis Potosí; en los bosques de pino y roble en Jalisco; y por último en Chiapas. Eso sí, a pesar de la denominación de “gigantes”, los especímenes no superaron los seis centímetros de largo.
Finalmente, recuerda que a pesar de su aspecto aterrador, son inofensivos para los seres humanos, por lo que debemos respetar su derecho a vivir.
Sigue leyendo: El fascinante mundo de las arañas