Xandú, la fiesta de Juchitán para recibir a los muertos
Conoce el Xandú una fiesta llena de colores y aromas en Juchitán, Oaxaca, para recibir a los venidos del más allá.
Tropicales y aromáticos son los altares que los habitantes de Juchitán construyen para la fiesta de Xandú, un vocablo zapoteca que proviene de la palabra castellana “santo”. A diferencia del resto de México, aquí los muertos regresan del más allá para disfrutar lo que en vida amaron los días 30 y 31 de octubre, además de que las ofrendas y velaciones se realizan en la casa del difunto y no en el panteón.
Grandes hojas de palma, flores de cempasúchil y de cresta de gallo, racimos de plátanos verdes, naranjas y roscas de pan conforman un mosaico sensorial con el que se busca que los fallecidos disfruten su breve regreso a esta tierra de calores y colores.
Conoce la Comparse de los muertos de Huayapam, otra celebración oaxaqueña
El Panteón Jardín y el Panteón General se llenan de color por las flores que tapizan las sepulturas, con la luz tenue de las veladoras y el murmullo de los rezos de quienes los añoran. En Huayapam se festeja a la muerte en un ambiente de risa, fiesta y baile con las tradicionales comparsas. Con esta representación chusca de la muerte, grupos de jóvenes y niños se disfrazan de personajes fantásticos como diablos, catrinas, la llorona, la bandolera y otros personajes contemporáneos como vampiros, hombres lobo, payasos.
A la vez, es una competencia para ver quién porta el disfraz que roba todas las miradas o que causa más terror. Esta comitiva del inframundo sale a las calles a bromear, juguetear, decir versos picarescos y bailar al ritmo de música de viento; su presencia provoca en los espectadores risas y alegría.
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