Cambiando la imagen de los aztecas, el trabajo de Zelia Nuttall
Zelia Nuttall fue una antrópologa que cambió la visión que la civilización occidental tenía de los pueblos prehispánicos.
La arqueóloga y antropóloga Zelia Nuttall luchó contra la idea que los grupos indígenas mexicanos eran unos salvajes, violentos y sanguinarios que sacrificaban a cualquiera que tuvieran enfrente.
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¿Quién fue Zelia Nuttall?
Nacida en San Francisco, California, el 6 de septiembre de 1857, Zelia María Magdalena Nuttall fue una antropóloga y arqueóloga. Se especializó en manuscritos prehispánicos de Mesoamérica. Su padre fue un médico irlandés y su madre, nacida en México, era la hija de un banquero. Zelia se casó a los 25 y se separó a los 27. Su pasión por los pueblos prehispánicos comenzó cuando su mamá le regaló una copia de “Antigüedades de México”, de Lord Kingsborough.
Vivió durante 13 años en Alemania. Como resultado, tuvo acceso a distintos códices y textos prehispánicos que usaría para su estudio.
Desafiando los estereotipos
La concepción común del mundo sobre los pueblos prehispánicos, en específico de los aztecas, era que se trataba de sujetos salvajes y sanguinarios. Sin embargo, la razón de ese estigma era por los rituales de sacrificio a los dioses antiguos. Zelia no comulgó con esta concepción y afirmó que esta información se veía sesgada por la versión presentada por los conquistadores.
“Desde hace tiempo se reconoce que la información que tenemos, basada en los reportes de escritores españoles, es extremadamente exagerada, para justificar la cruel exterminación de la civilización nativa frente al mundo civilizado”.
Zelia Nuttall
Legado de Zelia Nuttall
Nuttall se mudó en 1905 a una mansión en México llamada “Casa Alvarado”, donde estudió fragmentos de la cerámica azteca y se dedicó a la horticultura de plantas medicinales originarias del país.
Fue en esa mansión que Zelia recibió a varios arqueólogos, visitantes y entusiastas de la cultura prehispánica. Así, fue ahí que, entre pláticas, se dedicó a compartir sus conocimientos y promover una visión distinta a la que la civilización occidental tenía de los pueblos mesoamericanos. Esto hasta su muerte el 12 de abril de 1933 en Coyoacán, Ciudad de México.
“Ella abrió una lectura de los aztecas y los pueblos prehispánicos antiguos de México para verlos en el mismo nivel y a través del mismo lente con el que eran vistas otras grandes civilizaciones del mundo. No se trataba de increíbles descubrimientos, más bien era cambiar la discusión.”
Apen Ruiz para Smithsonian Magazine
Con información: Cultura colectiva, publimetro, BBC