Descubren cueva en Monte Albán, Oaxaca

¿Sabías que a pesar de la importancia de la ciudad prehispánica de Monte Albán, en Oaxaca, no se había encontrado, hasta hace muy poco tiempo, nada que “hablara” claramente de ella en los códices indígenas?

Afortunadamente, investigadores de la fascinante cultura que la habitó entre los años 400 y 700 de nuestra era (la zapoteca), descubrieron en esta antigua capital oaxaqueña una cueva, un camino y una extraña pared rocosa que, identificados ya en códices, bien podrían ser el punto de partida para conocer aún más sobre el origen, historia, ocupación y abandono de esta increíble ciudad indígena que alcanzara su época de mayor esplendor hacia el 600 d.C.

Con anterioridad, en algunos códices hallados en la región de La Mixteca-Puebla, se había relacionado al centro ceremonial de Monte Albán con un lugar denominado “el Monte que se abre-insecto” pero nunca se estuvo lo suficientemente ciertos de que efectivamente se tratase de la famosa capital zapoteca; inclusive, hubo algunos estudiosos que se atrevieron a ubicar ese lugar en la actual geografía del estado de Oaxaca, proponiendo que se trataba del sitio conocido como el Cerro de Avispas, a unos cuantos kilómetros de la capital oaxaqueña. Sorprendentemente, hoy sabemos que quizás todos esas investigaciones no estuvieron tan equivocadas…

“Encontrar a Monte Albán en los códices era de gran relevancia, toda vez que con ello, tendríamos más información sobre la relación que hubo entre las culturas zapoteca y mixteca, principalmente de lo que pasó con el colapso de Monte Albán, tras ser abandonada por los zapotecos, hacia finales del periodo Clásico (antes de 800 d.C.)”, comentó el arqueólogo mexicano Dante García, encargado de esta investigación.

Tras 12 años de análisis, se intuye ahora (con casi total seguridad) que aquel lugar donde se llevaban a cabo las actividades rituales descritas en el “Monte que se Abre-Insecto”, efectivamente se trata de la ciudad de Monte Albán, ya que la cueva descubierta en la parte oriental de la zona arqueológica, de un camino que conduce desde lo alto de la loma hasta el valle, así como de una pared rocosa (“El Paredón”) en la parte sur de la ciudad prehispánica, se ven claramente en la página 19 del Códice Nuttall.

“Evidentemente, esta zona que está investigándose en Monte Albán, no está abierta al público, pero los constantes descubrimientos de elementos y piezas arqueológicas de la época, nos hace pensar que aunque todavía falta mucho por descubrir, no estamos lejos de conocer la totalidad de nuestro pasado prehispánico”, agregó García.

Al menos, este descubrimiento permitirá ahondar en la etapa que los arqueólogos han llamado de “oscuridad”, porque aún no se sabe bien cómo fue el final del periodo clásico (cuando de los zapotecos abandonaron la ciudad), cómo comenzó el periodo Posclásico (y con ello entender por qué los señores mixtecos no se conectaron bien con los antiguos linajes zapotecas de generaciones anteriores). “Fue una ruptura económica, ideológica e historiográfica. En pocas palabras, los señores del Posclásico no se consideraron descendientes de los habitantes de Monte Albán del periodo Clásico”, sentenció el arqueólogo en jefe.

Con este descubrimiento podrían atarse perfectamente varios cabos: en 1998 se emprendió una línea de investigación que propone que la antigua capital zapoteca aparece en cuatro documentos pictográficos como un sitio de gran relevancia durante el inicio de los reinos mixtecos pero después, ¡desaparece todo rastro!

Así que enhorabuena por este descubrimiento que permitirá seguir armando el rompecabezas de nuestra gran historia prehispánica, particularmente la de la región sur y el estado de Oaxaca.

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