Zona arequeológica de Ibarrilla (Guanajuato)

La zona arqueológica de Ibarrilla: donde convergen las culturas

Es bien sabido que la región en donde está situada la ciudad de León representa un punto fundamental en el que se asienta una importante encrucijada histórica y cultural del México antiguo, cuyos vestigios más remotos datan del periodo preclásico.

Las enciclopedias y fuentes bibliográficas señalan que toda la región recibió influencia de culturas tales como la de Chupícuaro. En cuanto al periodo clásico, se han encontrado reveladores vestigios de las culturas teotihuacana y tolteca, con toda la trascendencia histórica que éstas revisten.

Ibarrilla es un municipio del Estado de Guanajuato relativamente cercano a la ciudad de León. Si nos intriga el sabor de lo desconocido, visitar este municipio debe ser una aventura impostergable. Ahí encontraremos dos cosas realmente únicas: sus históricas ruinas y un parque zoológico-recreativo.

Un descubrimiento casual

Con las ruinas de Ibarrilla sucedió lo mismo que con muchas otras; un buen día, cuando se construía un camino vecinal, pasó por ahí una máquina motoconformadora que puso a flor de tierra vestigios de una especie de muralla o pared construida, al parecer, hacía muchos siglos. Tal descubrimiento acarreó, lógicamente, un poco de publicidad, así como la inserción de alguna foto en los periódicos locales.

Un arqueólogo que trabajaba para el gobierno empezó a explorar por allí, desenterrando más vestigios: pirámides, tumbas, edificios, etc. De una de estas pirámides se extrajeron objetos de alfarería, pedernales y figurillas, algunos de los cuales pueden observarse en el Museo de la Ciudad de Guanajuato.

Después, el arqueólogo abandonó el lugar y pasaron los años. No había presupuesto para terminar de excavar y mucho menos para restaurar ese importante centro arqueológico purépecha-teotihuacano. Con el paso inexorable del tiempo, las pirámides se han ido desmoronando y quedando ocultas, con el consiguiente saqueo, motivado en parte por la ignorancia de quienes, al arar la tierra para plantar las milpas, han encontrado construcciones, piedras, hachas, vasijas y otros objetos diversos.

Wikipedia

Figurilla de estilo Chupícuaro

Siglos de historia sumergidos en el olvido

La zona arqueológica de Ibarrilla puede ser una de las más extensas del país. Consiste, por lo que se sabe, de más de una docena de pirámides enclavadas en una estructura oval, de las que sólo una ha sido descubierta o desenterrada.

Las demás se hallan entre ruinas, altares, tumbas y otros restos diseminados en una extensión aproximada de 500 m2, y más arriba, a la mitad del monte, se encuentran otros vestigios.

Es una verdadera lástima encontrar vastas zonas inexploradas como la que hoy nos ocupa, y que por falta de presupuesto e interés van quedando sumergidas en el olvido.

¿Quiénes son los chupicuarenses?

La cultura conocida como de Chupícuaro reviste una enorme importancia por la influencia que ejerció sobre las regiones circundantes. Posiblemente llegó a extenderse hasta el sur de los Estados Unidos, allá por el siglo IV o V a de C. Inclusive se ha formulado una teoría según la cual los más antiguos habitantes del Estado de Guanajuato fueron precisamente chupicuarenses.

Chupícuaro significa azul en tarasco y geográficamente pertenece al municipio de Acámbaro. Tiene una muy interesante zona arqueológica, en la que se han encontrado restos de cerámica que se consideran anteriores al periodo clásico, además de figurillas angulosas con formas geométricas.

Y en la ciudad de Acámbaro hay un pequeño museo con piezas correspondientes a las culturas otomí, mazahua y tarasca. Los chupicuarenses cultivaron el maíz, el frijol y la calabaza. La mayoría de sus aldeas se localizaban a lo largo del río Lerma y su población debió ser numerosa, a juzgar por los abundantes restos localizados, principalmente en Ibarrilla.

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