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10 mejores películas de María Félix

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Fue una de las mujeres más bellas de México, una de las actrices más reconocidas en la historia del cine mexicano y un ícono de nuestra cultura. Por esto y más, te dejamos la lista de las 10 mejores películas de María Félix.

Uno debe concederle a María Félix que es una mujer única. Para prueba de esto, solo basta analizar su llegada a la industria, la cual ocurrió por accidente y en gran parte, gracias a su belleza, cuando un día mientras veía algunas tiendas del Centro Histórico de la Ciudad de México, alguien le preguntó si estaba interesada en hacer cine.

No obstante, María Félix logró rápidamente trascender su imagen y construir su legado a través de su talento y personalidad, características que sirvieron como influencia para otras actrices y directores que siempre la vieron como un ícono y una fuente de inspiración.

Por todo lo anterior, te presentamos una lista con las 10 mejores películas de María Félix, las cuales son un excelente punto de partida para cualquiera conozca sobre “La Doña”.

El peñón de las ánimas (1942)

Aunque El peñón de las ánimas fue la primera de todas las películas de María Félix, la actriz distaba mucho de actuar como una novata. Fue en esta producción que ella conoció a Jorge Negrete, quien dicen que en una ocasión le preguntó con quién se había acostado para obtener el papel protagónico.

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Por supuesto, esto no sentó bien con la actriz, quien le pidió a Negrete que no le dirigiera la palabra fuera de escena. Sin embargo, años después, en 1952, los actores vivirían un trágico romance y contraerían matrimonio, el cual terminó con la muerte del actor en 1953 a causa de la enfermedad que había desarrollado tras contraer hepatitis C en su adolescencia.

Curiosamente, en El peñón de las ánimas, Félix y Negrete interpretaron a dos jóvenes enamorados que tuvieron que luchar contra el odio que existía entre sus familias, los Valdivia y los Iturriaga.

Doña Bárbara (1943)

Basada en la novela del venezolano Rómulo Gallegos y dirigida por Fernando de FuentesDoña Bárbara cuenta la historia de la venganza de una mujer que fue abusada sexualmente cuando era joven.

Con el paso del tiempo, doña Bárbara dirige su rancho de forma autoritaria y con un claro desdén hacia el sexo masculino, al mismo tiempo que trata de obtener justicia por cualquier medio. 

Doña Bárbara es una de las películas más importantes en la filmografía de María Félix, ya que fue el proyecto que le daría la imagen dura que mantuvo hasta el día de su muerte, así como el apodo por el que todos la recordamos: “La Doña”.

Además de todo lo anterior, la cinta cuenta con diálogos llenos de one-liners y una fotografía muy cuidada, convirtiendo a Doña Bárbara en la mejor opción para adentrarse a la carrera de María Félix.

Cuenta la leyenda que el autor Rómulo Gallegos estaba tan obsesionado con ella que tras conocerla en un desayuno en el Club Chapultepec, él fue quien dijo: “¡Aquí está mi doña Bárbara!”.

La mujer sin alma (1944)

La mujer sin alma es la segunda colaboración de María Félix con el director Fernando de Fuentes. En esta ocasión, la actriz interpreta a Teresa, una mujer que no se detendrá hasta conseguir el objetivo de salir de la pobreza y adentrarse a los niveles más influyentes de la sociedad.

Si la trama te suena conocida es porque La mujer sin alma es una de las muchas adaptaciones e interpretaciones que existen de la novela La razón social de Alphonse Daudet.

A nivel cinematográfico, quizá no sea una de las películas de María Félix más destacadas, pero La mujer sin alma le dio a Félix la fama de devoradora de hombres y vampiresa que consolidó con muchos de sus otros papeles.

Enamorada (1946)

Enamorada marcó el encuentro de María Félix con Pedro Armendáriz, a quien muchos califican como su mejor compañero en la pantalla grande. Esta dupla conseguiría fama internacional y además le otorgaría a Félix su primer Ariel por la Mejor actuación femenina de ese año.

En Enamorada, Pedro Armendáriz interpreta al general José Juan Reyes, quien conoce a Beatriz Peñafiel (Félix) durante la toma de Cholula en la época de la revolución. Aunque en un inicio Beatriz se muestra indiferente a los avances de Reyes, el romance entre ambos personajes resulta inevitable.

Enamorada también fue nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1947, donde Gabriel Figueroa recibió un reconocimiento por la fotografía del proyecto.

Como dato adicional, el director de la película, Emilio “El Indio” Fernández, trataría de repetir el éxito de Enamorada con una versión en inglés sin María Félix, experimento que no funcionó a pesar de la participación de Armendáriz.

La diosa arrodillada (1947)

Continuando con los romances trágicos de México en la década de 1940, La diosa arrodillada cuenta la historia de Antonio (Arturo de Córdova), quien le regala a su esposa Elena (Rosario Granados) la estatua de una mujer desnuda. Lo que Elena no sabe es que la estatua tiene la figura de Raquel (Félix), la amante de Antonio y quien termina por destruir su relación.

Dirigida por Roberto GavaldónLa diosa arrodillada tiene una escena inolvidable que demuestra la fuerza de María Félix en la pantalla grande y que ocurre cuando su personaje se da cuenta de que Antonio asesinó a su esposa para estar con ella.

La reacción de “La Doña” no es de preocupación y mucho menos de arrepentimiento, por el contrario, Raquel parece regocijarse ante tal noticia.

A nivel técnico, La diosa arrodillada también destaca por su trabajo de cámara y dirección de arte y vestuario, aspectos muy cuidados en el cine mexicano durante su Época de Oro y especialmente en esta entrada de la revisión de todas las películas de María Félix.

Río Escondido (1947)

En esta cinta, el presidente de México manda a Rosaura (Félix), una joven maestra, a una escuela de una comunidad de Coahuila llamada Río Escondido. Sin embargo, Rosaura se tiene que enfrentar al malvado regente del pueblo, don Regino (Carlos López Moctezuma), quien además de hacerle la vida muy complicada, se enamora de su belleza e inocencia.

Dirigida por Emilio Fernández, Río Escondido logró convertir la ruda personalidad de La Doña en un personaje que destila humildad y suavidad, características que antes eran impensables relacionar con María Félix.

Aunque la historia resulta sumamente didáctica, la convicción con la que todos venden a sus personajes junto con la fotografía de Gabriel Figueroa hacen de este proyecto una de las más destacables películas de María Félix.

Maclovia (1948)

En Janitzio, cerca de Pátzcuaro, Michoacán, Maclovia (Félix) y José María (Pedro Armendáriz) son dos adultos profundamente enamorados entre sí. No obstante, su amor tiene que enfrentar los desenfrenados deseos del sargento Genovevo de la Garza (Carlos López Moctezuma), quien pretende a Maclovia a toda costa.

Como en todas las películas de la dupla de Emilio Fernández y Gabriel Figueroa, los personajes de Maclovia tratan de representar con imágenes al México que todavía buscaba una identidad propia después del movimiento revolucionario que lo azotó a inicios de siglo. 

Maclovia fue uno de los proyectos más exitosos de los realizadores, el cual fue reconocido en el Festival de Venecia de 1949 y en los Arieles del mismo año en distintas categorías.

Hasta la fecha, la imagen de María Félix caracterizada como el personaje titular es uno de los retratos más populares de la actriz y otra de las actuaciones por la que es enormemente recordada.

Doña Diabla (1950)

Dirigida por Tito DavisonDoña Diabla cuenta la historia de Ángela, una mujer que odia a los hombres y que se dedica a usarlos después de una decepción amorosa.

El juego de Ángela se voltea en su contra cuando llega Adrián (Víctor Junco), un oportunista, a la vida de su hija Angélica (Perla Aguilar), quien a su vez desobedece a su madre y se involucra con Adrián a sus espaldas, acarreando fatales consecuencias para todos los involucrados.

Al igual que otras películas de María Félix, Doña Diabla estuvo nominada en Cannes en 1951 y le otorgó a la actriz el Ariel a Mejor actriz de ese año.

Junto con Doña BárbaraDoña Diabla fue otra de las películas de María Félix que reafirmó su sobrenombre y el carácter fuerte de un personaje que a veces lograba filtrarse a través de la pantalla grande a la vida real.

Tizoc (1957)

Tizoc es clasificada por muchos como la mejor película que la Época de Oro del cine mexicano le dio al mundo. No solo reunió a Pedro Infante y María Félix, dos grandes de la actuación en toda la historia, sino que también le otorgó a su director Ismael Rodríguez un Globo de Oro en 1958 en la categoría de Mejor película extranjera.

La historia de una mujer de la alta sociedad que se enamora de un indígena mexicano representó un hito en la filmografía de ambos actores, quienes convirtieron el romance entre estos personajes en uno que hasta la fecha seguimos recordando.

Como dato extra, Pedro Infante no pudo tomar posesión del reconocimiento que el Festival de Cine de Berlín le otorgó por su actuación, ya que este se llevó a cabo dos meses después de su muerte.

La Cucaracha (1959)

El mayor logro de este filme es el de juntar a dos de las grandes actrices de la historia de México, María Félix y Dolores del Río, en la misma película.

Y la misma Doña lo sabía, ya que se dice que ella le hizo una petición especial al director Ismael Rodríguez para que invitara a Dolores del Río al proyecto, obligándolo a transformar un personaje que (se cuenta) estaba pensado originalmente para Elsa Aguirre y que tenía una menor importancia en la historia.

El resultado final que vemos en pantalla es un duelo de actrices en el que “La Cucaracha”, una mujer revolucionaria, e Isabel, una aristócrata madura, inteligente y culta, tratan de ganarse el afecto del coronel Antonio Zeta (Emilio Fernández).

La historia de La Cucaracha nunca está a la par del talento de todos los involucrados o de otras películas de María Félix y aunque cumple como melodrama, es entendible la razón por la que no se llevó la Palma de Oro en Cannes en 1959.

autor Alejandro Sosa
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