El furor en 1990 por el «agua de Tlacote», elixir mexicano que «curaba todo»
Millones acudían en peregrinaciones por "agua de Tlacote " a Querétaro, entre algunos están Juan Gabriel y Magic Johnson, con la esperanza de curarse del VIH.
Decenas de autobuses turísticos repletos de enfermos llegaban a diario saturando las calles, camionetas particulares con hasta tres familias en su interior hacían campamentos en los terrenos baldíos, miles se formaban en filas infinitas a la espera de un turno para llevarse el agua de Tlacote.
Que curaba la diabetes, el cáncer, los males de piel, el insomnio e incluso el naciente VIH, en fin, que no había mal imposible de sanar para este elixir. Por eso llegaban a diario hasta cuatro mil seres por el agua de Tlacote, llamada así por ser el nombre del pueblo queretano y la hacienda donde empezó a ser extraída por Jesús Chaín.
La historia del «agua de Tlacote»
Este hombre, que se decía ingeniero pese a no tener título alguno, difundió las virtudes de su líquido luego de curar con él una vaca y un perro sarnoso. Tras esto algunos pasquines locales empezaron a difundir tal información, luego llegaron los periódicos estatales, luego los nacionales y más tarde la prensa extranjera.
Era 1991, Chaín instaló en su hacienda cuatro tanques de 800 litros cada uno, de ahí el líquido bajaba por unas tuberías que desembocaban en 42 llaves que no dejaban de despachar agua en todo el día, una locura.
«Agua de Tlacote», codiciada hasta por famosos
Angélica María, cantante mexicana famosa por sus interpretaciones de rock del 60, fue una de las tantas que admitió que en su casa tenía bidones con agua de Tlacote en su casa. Se supo que también llegó por el elixir del “ingeniero” Chaín, otros famosos como José José y Juan Gabriel.
Se dijo que había dos tomas, o dos filas, una para la gente de la masa, y otra para las personalidades, una de ellas el basquetbolista estadounidense Magic Johnson, entonces diagnosticado con VIH, quien se llevó a su país 500 litros a bordo de un camión cisterna.
Fiebre por el «agua de Tlacote» en Argentina
En otros países, como Argentina, las agencias de viajes vendían paquetes de vuelo, traslados, hospedaje y un permiso para traer 80 litros de agua de Tlacote por 1190 dólares. Decenas de vuelos iban y venían con gente provista de sus bidones hasta que un día decenas de garrafas con el elixir fueron detenidos en el aeropuerto de Buenas Aires bajo la posibilidad de que estuvieran contaminados con cólera.
Gente con cáncer empezó a pedir a gritos les entregaran su agua mexicana milagrosa, una chica de 18 años con VIH amenazó de que si no le daban su bidón se quitaría la vida en la terminal aérea manchando de sangre a los pasajeros que estuvieran alrededor, el escándalo terminó con la intervención de un juez y del presidente Carlos Saul Menem, quienes permitieron que el líquido ingresara.
Dudas sobre la efectivad del «agua de Tlacote»
Con el paso de los meses la efectividad del agua empezó a ser más cuestionada. Se llevó a un laboratorio que determinó que el líquido no era más que agua común, e incluso más peligrosa, porque al impedir que se hirviera ante el riesgo de perder sus supuestas propiedades, no se eliminaban bacterias peligrosas. A propósito otros estudios determinaron que el elixir queretano portaba heces fecales, en fin.
Jesús Chaín se defendió, dijo que su agua era especial porque las cantidades de hierro, hidrógeno, oxígeno que contenía eran lo que la convertía en una “revolución” curativa. Y expuso que mientras el agua normal pesa 1 kilo por litro, la de Tlacote pesaba 956 gramos, con lo que quiso probar que era diferente, mejor.
El fin del furor por el «agua de Tlacote»
Sin embargo un día de 1993, Chaín cerró las puertas de su hacienda expendedora de agua por varias semanas, la gente se empezó a desanimar por eso y porque realmente no hubo casos comprobados de gente que fuera curada, gracias a ella, de males complicados.
Chaín vendió su hacienda con todo y pozo de agua. Murió en 2004 por cáncer.
