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Amado Nervo y su poema más famoso

Amado Nervo
© Tierra Adentro

Un día como hoy pero de 1919, fallece en Uruguay el escritor mexicano Amado Nervo. Te contamos más sobre su vida y obra, a 104 años de su partida

Poeta, novelista y ensayista, Amado Nervo nació en Tepic, Nayarit y murió a la edad de 48 años en Montevideo, Uruguay, debido a una enfermedad renal crónica. A pesar de morir relativamente joven, ya era un poeta consagrado en nuestro país.

Biografía de Amado Nervo

Nació en 1870 y su nombre completo fue Amado Ruiz de Nervo Ordaz. A la edad de nueve años, muere su padre. En 1886 ingresa al Seminario de Zamora en Michoacán pero por problemas económicos y familiares, tuvo que dejarlo y regresar a Tepic.

Amado Nervo
Amado Nervo Foto: Fundación Carlos Slim

Más tarde, a los 24 años, se marcha a la Ciudad de México, donde inicia su carrera literaria colaborando en la Revista Azul, dirigida por Manuel Gutiérrez Nájera. Hace amistad con escritores de la época como José Juan Tablada y Luis G. Urbina. Posteriormente, en 1895, publica su primera novela, El Bachiller y sus primeros libros de poemas, Perlas negras, y Místicas.

Estadía en Europa

Iniciando el siglo XX, viaja a París como corresponsal del periódico El Imparcial, ahí conoce a Rubén Darío, poeta nicaragüense considerado el máximo representante del modernismo literario en lengua española; y se vuelven grandes amigos.

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Nervo entabla una amistad con Rubén Darío
Nervo entabla una amistad con Rubén Darío Foto: Ruiz-Healy Times

Asimismo, en París, Nervo se enamora de Ana Cecilia Luisa Dailliez, con quien mantuvo una relación por diez años, hasta la muerte de ella en 1912. Fue ella quien inspiró su poemario titulado La Amada Inmóvil, el cual fue publicado póstumamente en 1922 por indicaciones del poeta.

En esos años viajó por Europa y  publicó Poemas (1901), El éxodo y las flores del camino, y Lira heroica (1902); también Las voces (1904), Los jardines interiores (1905) y En voz baja (1909). Sin embargo, pierde su trabajo en El Imparcial e ingresa en la carrera diplomática como secretario de la embajada de México en Madrid.

El libro Poemas fue publicado en 1901
El libro Poemas fue publicado en 1901 Foto: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

Igualmente, colabora en periódicos y revistas españolas e hispanoamericanas; y publica el estudio Juana de Asbaje (1910). Desafortunadamente, con el estallido de la Revolución mexicana, pierde su acreditación como diplomático en 1914 y debe regresar a México.

Últimos años de Amado Nervo

A su vuelta, Nervo ya es un poeta reconocido y además recupera su trabajo de diplomático, por lo que es enviado a Argentina y Uruguay como ministro plenipotenciario. Además, publica los poemarios Serenidad (1915), Elevación (1917) y Plenitud, su obra cumbre, de 1918.

Un año después, muere el 24 de mayo de 1919. Su cuerpo fue trasladado a México en un crucero de la Armada Uruguaya y escoltado por un barco argentino. En México se le rindió un solemne homenaje, por órdenes del entonces presidente Venustiano Carranza. Finalmente, el 14 de noviembre de ese año fue enterrado en la Rotonda de los Hombres Ilustres de la Ciudad de México.

Tumba de Amado Nervo en la CDMX
Tumba de Amado Nervo en la CDMX Foto: Thelmadatter -Wikipedia

¿Por qué es un poeta tan famoso?

Más allá de las formas, Nervo logró hablar con total sinceridad de temas tan inasibles como el amor, el miedo a la muerte, el hastío por la vida y la actitud del ser humano ante los misterios de la existencia. De igual forma, fue conocido como “El poeta místico” por plasmar en su obra el sentimiento religioso y la melancolía.

El poema más hermoso (y famoso) de Amado Nervo

En Paz

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡más tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
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autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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