Bodas purépechas, rituales que pueden durar hasta tres días
Si bien han ido cambiando con el tiempo, las bodas purépechas conservan elementos de aquellas reseñadas por cronistas novohispanos en el siglo XVI
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La comunidad purépecha o P’urhépecha se ubica en Michoacán, y cada uno de sus integrantes se autodenomina p’urhé, voz que significa persona. Es la etnia más numerosa del estado y hoy en día, mantiene vivas muchas tradiciones de sus antepasados prehispánicos, como las bodas purépechas.
El universo sagrado de los purépechas
Rituales y regalos, esencia de las bodas purepéchas
Alrededor de 1540, fray Jerónimo de Alcalá escribió la Relación de Michoacán, un extenso manuscrito en el cual describió las tradiciones de este pueblo originario; entre las que destacó los elaborados enlaces matrimoniales de la época.
En consecuencia, dicho documento ha permitido a los estudiosos comprobar que algunos elementos de aquellos enlaces se mantienen hoy en las bodas purépechas, como el intercambio de regalos; el papel de los padrinos y el ritual del kamataru niani. Igualmente, en la actualidad, es común que la boda p’urhépecha pueda durar hasta tres días.
El primer día del enlace matrimonial
Es costumbre que las campanas de la iglesia del pueblo repiqueteen en la mañana, anunciando a la comunidad la celebración de la boda.
Más tarde, en casa del novio se reúnen las familias de la pareja, los padrinos y los ancianos del pueblo para pedir por los novios. También es común armar una ofrenda con elementos que simbolicen abundancia.
Segundo día, el más importante de las bodas purépechas
En este periodo se llevan a cabo los rituales más importantes del casamiento. El primero es la misa kuani o boda religiosa. Dos cortejos, el de las familias de los novios, los acompañan a la iglesia donde un sacerdote oficia una misa y les da la bendición.
Después, es tradición que las familias de la pareja y los padrinos disfruten chocolate caliente y pan en casa del novio. Asimismo, ahí, las mujeres de la familia preparan el banquete de bodas: churipo, un caldillo de chile rojo con carne de res y verduras; acompañado de corundas (tamalitos).
Después del desayuno, empiezan a desfilar los regalos hacia la casa de la novia; en la mañana, ollas de chocolate caliente y canastas de pan; y en la tarde, los ingredientes para preparar churipo y corundas.
De igual forma, a partir del almuerzo, la comida, la bebida y la música de banda no se detienen en casa del novio.
La kamataru niani
En la tarde, inicia la parte más solemne de la boda, las familias de los novios se reúnen en casa de los padrinos para beber kamata, un atole de cacao y maíz blanco endulzado con piloncillo. Posteriormente, los recién casados, sus padres y los padrinos se reúnen en privado con el diosïri uadarhi, un sabio que aconseja a los novios para que logren un buen matrimonio.
Al caer la noche, se lleva a cabo el ritual denominado papu, en el que los padrinos regalan a los novios enseres domésticos. Antes de despedirse, los novios son coronados con una kanakua; antiguamente ésta se hacía con pan pero ahora se elabora con flores.
Finalmente, la celebración concluye al tercer día, cuando los recién casados son acompañados por la procesión de familiares a su nuevo hogar. Ahí, la fiesta continúa por muchas horas más.
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