El cántaro mezcalero, una joya de la artesanía oaxqueña
Oaxaca nunca dejará de sorprendernos con su riqueza cultural y gastronómica. El mezcal, ese elixir de los dioses, no merecía menos que una auténtica obra de arte como recipiente: el cántaro mezcalero. ¡Conoce más sobre esta artesanía!
Por todos es conocido el mezcal. Es la bebida más famosa del estado de Oaxaca, y probablemente, unas de las más reconocidas de México en el mundo. «Esa agüita que ataranta» es un destilado proveniente de una enorme variedad de agaves locales. Su consumo va más allá de la recreación festiva, ya que se imbrica directamente en la sociedad, en su idiosincrasia, y por ende en la cultura y el arte. Para contenerlo y transportarlo, los maestros alfareros crearon un bello recipiente donde confluyen y se manifiestan todos estos aspectos. Estamos hablando del cántaro mezcalero, una obra maestra de la artesanía oaxaqueña.
El cántaro mezcalero y el barro negro
El cántaro mezcalero o como también se le llama, damajuana negra, es elaborado tradicionalmente con barro negro desde tiempos muy remotos. Esta arcilla es la materia prima para estas vasijas debido a que antiguamente, no se tenían y era muy difícil contar con materiales como maderas finas o vidrio para su manufactura. El barro negro de San Bartolo Coyotepec es desde siempre, el más socorrido para este propósito.
Por si fuera poco, el barro negro tiene propiedades que lo hacen ideal para contener mezcal. No solo permite la idónea transpiración de la bebida sin evaporarla, sino también brinda parte de su sabor. La tesitura a tierra que tienen varios mezcales se debe precisamente a su reposo en los cántaros hechos con este material.
Los cántaros como obras maestras de la artesanía oaxaqueña
Los cántaros representan un elemento tradicional en la historia del mezcal. Siguen siendo utilizados para el almacenamiento y transporte de esta bebida. Indudablemente son una manifestación de la maestría artesanal de las diferentes comunidades de Oaxaca, particularmente las de los Valles Centrales. Allí el barro negro es muy apreciado por su belleza, además de su practicidad y beneficios
La utilización de los cántaros mezcaleros enfatiza la conexión profunda entre las prácticas de producción del mezcal y las tradiciones locales. Destaca como los métodos ancestrales de almacenamiento contribuyen a preservar y potenciar los sabores, cualidades únicas de cada destilado. La fabricación de los cántaros de barro negro es un proceso que implica un conocimiento detallado de la arcilla y técnicas artesanales transmitidas de generación en generación.
Suelen ser hechos de dos formas: ya sea conservando su aspecto totalmente negro o pintados en vivos colores con escenas y paisajes referentes a la prouducción mezcalera. Llevan por tapa olotes o corchos, y tienen una base hecha de carrizo. Algunos tienen sofisticados relieves, y otros son usados hasta como ornamentos de mesa, por ejemplo los cántaros calados.
Los cántaros mezcaleros son parte de la identidad cultural de la región. Con ello se recalca la importancia de mantener vivos los métodos tradicionales de producción y conservación del mezcal. Aunque el uso de damajuanas para almacenar y transportar mezcal se ha reducido considerablemente con el pasar del tiempo, su presencia histórica sigue siendo un testimonio del ingenio y la adaptabilidad de las comunidades oaxaqueñas hoy en día.
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