Ceiba: el árbol sagrado maya que representa la unión del cielo, tierra e inframundo
Quizás ninguna planta en México ha sido tan venerada como la ceiba; originaria de mitos y leyendas, también era considerada sagrada por los mayas
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La ceiba (Ceiba pentandra) es sin duda una planta majestuosa, uno de los árboles más grandes del continente. Tiene una altura promedio de entre 20 y 40 metros, aunque se han documentado ejemplares con hasta 70 metros de alto.
Además, es un árbol frondoso, con una anchura que alcanza los 20 metros; generoso en sombra, con bellas flores que despiden un peculiar perfume; y por si fuera poco, con una longevidad promedio de 60 años.
Las ceibas no son exclusivas de la Península de Yucatán, también se encuentran en Sonora, Tamaulipas, Chiapas y más abajo, en América Central llegando hasta Brasil. De hecho, la ceiba es el árbol nacional de Guatemala.
Ceiba, divinidad para los mayas
En la cosmogonía maya hallamos muchos significados atribuidos al árbol: vida, perpetuidad, grandeza, bondad y fuerza. Se cree que su mitología surgió por sus características: gran altura, extensión y longevidad; además de fuertes raíces.
Asimismo, en lengua maya al árbol se le conoce como Ya’ax Che y según esta civilización, la ceiba surgió del centro de la tierra para que sus amplias ramas sostuvieran el cielo, mientras su recio tronco representaba el plano terrenal y sus raíces conectaran con el inframundo.
Por ello, Ya’ax Che es un árbol sagrado, es el árbol de la vida, que enlaza los tres niveles cosmogónicos mayas: el cielo, la tierra y el inframundo; y a partir de él, el ser humano encuentra su lugar en el cosmos.
Otros mitos del gigante
En Yucatán además encontramos la leyenda de Xtabay, la supuesta diosa maya convertida en monstruo o espectro fantasmal que, escondida en una ceiba, cada noche sale a seducir con su gran belleza a los hombres pasados de copas, para robarles la vida.
También se dice que las ramas más grandes de la ceiba dirigen hacia los cuatro puntos cardinales, para así poder unirse con Kukulkán, la serpiente emplumada que controla los vientos.
Finalmente, quizás uno de los árboles más famosos de ceiba es el Gigante de Solferino, que presume tener más de 700 años de edad. Su tronco abarca unos diez metros de diámetro y alcanza una altura de más de 30 metros.
Este árbol milenario se ubica en el poblado de Solferino, muy cerca de la isla Holbox, en Quintana Roo y también se le conoce como El Árbol de los Deseos, pues se supone que librará de todos sus males a quien lo abrace.
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