Chicharrón carnoso de Nuevo León declara guerra a chicharrón chilango
El chicharrón de Nuevo León tiene un sabor que casi raya en lo adictivo. Te contamos de que va esta pelea por los paladares de los mexicanos.
Los asiduos consumidores de fritangas mexicanas sabemos bien que el chicharrón de Nuevo León es muy diferente al que se consume en Ciudad de México y sus alrededores.
En el caso del hecho en Nuevo León es grasoso, crujiente, grueso y carnoso, mientras que el chicharrón chilango, es solo crujiente y laminado, por estar hecho solo con la piel del cerdo puesta a freír con manteca.
Chicharrón regio sí es mejor que chicharrón de CDMX
Y es en este punto que los chilangos debemos aprender a perder. Porque francamente el chicharrón regiomontano es infinitamente superior en sabor. Ni modo, nos ganaron la mera verdad.
La razón de que el chicharrón regio sea tan sabroso e incluso adictivo es que proviene de la papada del cerdo, región del animal en donde se puede sacar piel y carne por igual.
Chicharrón de Monterrey es crujiente, jugoso y grasoso
El resultado es un chicharrón crujiente, jugoso y grasoso. Una exquisitez que se come en tacos o como botana, con la mano, untándole a cada gajo guacamole o la salsa que al comensal más le agrade.
La gente de Monterrey los conoce como “chicharrón de la Ramos”, por ser esta cadena de carnicerías la que los popularizó. Sin embargo se encuentran también en otros establecimientos similares de la capital neoleonesa.
Chicharrón de la Ramos llegó al cine
Estas frituras están tan arraigadas a la cultura que fueron mencionadas en la película de Cindy la Regia.
En fin hasta aquí termina este texto, pero antes debemos adelantar que los chilangos tenemos un as bajo la manga, un chicharrón poco conocido que bien podría hacer competencia al de la Ramos, le dicen tlales, mismos que serán motivos de otra entrega de México Desconocido.