Italianos y alemanes; las colonias europeas que sobrevivieron en Veracruz
En el siglo XIX, el gobierno impulsó la fundación de colonias europeas en ese estado. Sin embargo, pocas lo lograrían. Esta es la historia
De acuerdo con el historiador David Alan Skerritt Gardner, entre 1820 y 1930, una quinta parte de la población europea emigró a otros continentes; y si bien nuestro país no recibió importantes flujos de migrantes; varias colonias europeas se instalaron en el sureste de Veracruz. Te contamos la historia de éxito de las colonias fundadas por italianos y alemanes.
Veracruz, estado estratégico para las nuevas colonias europeas
Debido a su puerto, por varios siglos Veracruz fue el acceso principal de aquellos extranjeros que buscaban adquirir tierras en el continente americano. Y en el siglo XIX, el gobierno mexicano brindó amplias facilidades para que los migrantes europeos se establecieran en el estado, pues tenía interés en impulsar el desarrollo en las riberas del río Coatzacoalcos.
No obstante, las difíciles condiciones naturales y sanitarias a las que se enfrentaron los colonos, sumado a que muchos de ellos eran citadinos y debieron encargarse de labores del campo, provocó el fracaso de varias colonias, en especial las francesas.
Los italianos en Zentla
En cambio, los migrantes italianos tuvieron éxito donde los demás fracasaron. En 1882, casi 500 italianos, originarios del Trentino y repartidos en 88 familias, fundaron la colonia Manuel González en el municipio de Zentla y hoy, son una comunidad próspera, dedicada a la agricultura, que en 2010 sumó unos doce mil habitantes y de esos, casi la tercera parte tiene origen italiano.
Los alemanes, pequeña parte de las nuevas colonias europeas
Con el auge de la plantación de cafetales en suelo veracruzano a partir del siglo XVIII, muchos extranjeros se interesaron en fundar colonias para sembrar, además de café, caña. Uno de ellos fue el alemán Carl Sartorius, quien a mediados del siglo XIX, estableció una comunidad alemana en El Mirador, municipio de Totutla.
Si bien fue una comunidad pequeña, en la región todavía sobreviven apellidos alemanes como Gromann, Sartorius y Müller. Finalmente, según el doctor Skerritt, la finca El Mirador sigue en manos alemanas, produciendo café de calidad con prácticas sustentables.
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