Colonia Enomoto, la increíble historia de los primeros migrantes japoneses en México
La Colonia Enomoto, con 36 jóvenes japoneses, llegó a Chiapas en 1897 con el plan de cultivar café. Te contamos las dificultades a las que se enfrentaron
A finales del siglo XIX, con el arribo de Porfirio Díaz al poder, se entablaron relaciones diplomáticas con naciones de otros continentes, entre los que destaca Japón, primer país con el que México firmó, en 1888, el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación; un acuerdo internacional entre ambos países. Sería el inicio de la Colonia Enomoto.
A partir de la firma de dicho documento, y por el gran interés de la potencia asiática en establecer zonas de influencia en diferentes latitudes, iniciaron las migraciones colectivas de japoneses hacia México y América Latina.
Un plan con muchos inconvenientes
El ministro de asuntos exteriores japonés durante el Gobierno de Meiji, Enomoto Takeaki, fue el principal promotor de la migración nipona a territorio mexicano y para el año de 1897, 36 jóvenes estaban listos para iniciar una nueva vida en suelo mexicano. La colonia se nombró en honor del ministro.
Desde el puerto de Yokohama, Japón, los jóvenes se embarcaron con dirección a Escuintla, en el municipio de Acacoyagua, al sur de Chiapas. El plan era simple: cultivar café en tierras que se habían adquirido al Gobierno de México. ¿Qué podía salir mal?
Los infortunios de la Colonia Enomoto
A los dos o tres meses de haber zarpado, por fin los colonos llegaron a México en mayo, sin embargo, iniciaron los problemas pues se toparon con dificultades técnicas que no preevieron al planear el viaje.
Primero, estaba en apogeo la temporada de lluvias y las tierras con las que contaban eran selváticas, por lo que debieron talar árboles y abrirse paso entre la maleza en condiciones climáticas difíciles.
Además, a su llegada la temporada de siembra de café ya había pasado y faltaban casi 7 meses para que pudieran sembrar. Incluso se les complicó obtener plantas de café pues ninguno en la Colonia Enomoto hablaba español.
Con la lluvia proliferaban los mosquitos transmisores de malaria y los colonos empezaron a caer enfermos; a la par, las remesas que recibían del gobierno japonés como ayuda dejaron de llegar.
Como consecuencia, dos meses después la mayoría de los colonos regresó a su patria y solo permanecieron en el país seis jóvenes agrónomos que fundaron la Cooperativa San-ou, entre ellos se encontraba Asajiro Yamamoto, quien fue elegido como administrador de la Finca Tajuko en 1901.
Administrando la finca mientras se contribuye a la comunidad
La cooperativa expandió sus negocios y a lo largo de los años fundó el colegio japonés; instaló la red eléctrica y la tubería de agua potable en el municipio; y dio medicamentos gratuitos a gente de pocos recursos en la farmacia que administró.
Si bien la cooperativa se disolvió en 1920, al día de hoy continúa en operaciones la Finca Tajuko, y el bisnieto de Asajiro Yamamoto, Javier Juárez Yamamoto, la administra sin perder de vista los tiempos difíciles que vivieron sus ancestros.
Para conmemorar la migración japonesa a través de la Colonia Enomoto, el gobierno mexicano erigió el Parque Enomoto, en el municipio de Acacoyagua.
¿Quieres escaparte a Chiapas? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable