¡Tangamandapio sí existe! Descubre este famoso pueblito

Sí, el pueblito de Jaimito, el Cartero, que muchos creíamos ficticio ¡sí existe! En la exitosa serie de televisión El Chavo del Ocho se hacía mención a este destino por ser el lugar de origen del personaje interpretado por el actor Raúl «Chato» Padilla. Tangamandapio, Michoacán, se ubica en el centro oeste de México, a 165 kilómetros hacia el oeste de Morelia.

Tangamandapio sí existe, ¡está en Michoacán y tiene una estatua de Jaimito!

Desde julio del 2012, presume uno de sus atractivos más significativos, una escultura de bronce de 1.70 m, dedicada a Jaimito, el cartero. En la placa puede leerse «por haber dado a conocer nuestro municipio a nivel internacional» y ¡es cierto! El programa lo vieron por lo menos tres generaciones, ha sido doblado a más de 50 idiomas y se ha visto en países tan lejanos como China, Japón, Corea, Tailandia, Marruecos, Grecias o Angola.

Pero Tangamandapio es más que la cuna de un personaje ficticio, tiene varios atractivos por los que vale la pena escaparse a este municipio michoacano en tu próxima visita a Michoacán, gustado por sus Pueblos Mágicos, tradiciones y deliciosa gastronomía.

¿Qué significa Tangamandapio?

Desde 1822, a esta región se le conoce con el nombre de Santiago Tangamandapio. El vocablo deriva de lengua chichimeca, originaria de la región, significa «tronco podrido que se para en el agua en posición vertical». Esta es la razón por la que el escudo actual del municipio muestra un tronco de ahuehuete, el árbol nacional de México.

Además de admirar la escultura de Jaimito el cartero, en Tangamandapio puedes:

• Visitar la parroquia de San Francisco de Asis y la parroquia de Santiago Apóstol. Ambas fueron construidas en el siglo XIX y conservan su arquitectura original.
• Descubre su zona arqueológica. En la región se pueden visitar vestigios de distintas culturas prehispánicas o precolombinas que se asentaron en el actual territorio del municipio.
• Diviértete en el parque recreativo La Teporikua. Con yacimientos de agua, chapoteadero, alberca y áreas para comer, este parque es el favorito de las familias locales y visitantes.

• Deleitate con la gastronomía local. Prueba algunos platillos de la comida típica como el churipo, las corundas, el atole y el pozole.
• Compa artesanía local. Lleva a casa algunas de las piezas artesanales que aquí se fabrican, como los textiles de fibras vegetales y tejidos de carrizo (canastas, cestos). También encontrarás gabanes en diferentes estilos, bordados en punto de cruz, fajas de lana con decoración geométrica y blusas de algodón bordadas a mano, entre otros.

¡Visita Michoacán y descubre este pueblito y sus diversos atractivos!

José Ángel Araujo Corredor, amante de los perros y apasionado de la comida. Escribo sobre comida, viajes y estilo de vida. Mi historia de amor con la comida comenzó cuando apenas era un niño, observando a mi mamá volando en la cocina como un colibrí. Amo los viajes que me dejan con el corazón contento, y unos kilitos de más.