Ejército Libertador del Sur, fuerza de enclave durante la Revolución Mexicana
Las tropas del Ejército Libertador del Sur fueron una fuerza clave en la lucha que se desarrolló durante la revolución mexicana.
El Ejército Libertador del Sur fue el nombre por el que se conoció al grupo de campesinos insurgentes bajo las órdenes de Emiliano Zapata. Tuvo un gran desempeño durante la Revolución Mexicana, a raíz del derrocamiento de Porfirio Díaz.
El dirigente campesino Emiliano Zapata, que tenía formación militar, siempre manifestó su insatisfacción por la manera en que se distribuyeron las tierras de cultivo y por el poco beneficio que recibía la gente del campo como fruto de su trabajo.
De tal modo que en 1910, a raíz de la promulgación del Plan de San Luis Potosí, mediante el que se rechazó la reelección de Porfirio Díaz y una serie de reformas de corte agrarista, el ejército se levantó en armas, pronunciándose a favor del líder Francisco I. Madero.
El Ejército Libertador del Sur, que se formó esencialmente por campesinos, desempeñó simultáneamente el trabajo de la tierra con la actividad militar.
Desempeño del Ejército Libertador del Sur
Zapata y el Ejército Libertador del Sur simpatizaron con Madero, hasta que éste ascendió a la presidencia, luego de que Porfirio Díaz fuera derrocado.
Sin embargo, Madero incumplió con las reformas agrarias que prometió en su plan, por lo que Zapata y su ejército rompieron relaciones con la presidencia de Madero. En contra de estas decisiones, las tropas de Zapata continuaron en la lucha armada, para lo cual proclamaron el Plan de Ayala.
El Ejército Libertador del Sur combatió, ahora contra el gobierno de Madero, con el fin de alcanzar las reivindicaciones a las que aspiraban. En 1913 tiene lugar el golpe de Estado en el que se derrocó y asesinó a Francisco Madero, y que significó la toma del poder por parte de Victoriano Huerta, antiguo perseguidor de Zapata.
Huerta intentó aliarse con Zapata, por lo que envió a parlamentar a Pascual Orozco, padre de un antiguo aliado de Zapata. Pero el emisario fue fusilado.
El Ejército Libertador del Sur contribuyó a mantener en jaque a Huerta, con lo que favoreció su derrocamiento por parte de Venustiano Carranza, en 1914. No obstante, Carranza tampoco quiso llevar a cabo las reformas que exigía Zapata, por lo que también entraron en conflicto.
En medio de esta situación conflictiva, Zapata estableció una alianza con Francisco Villa, líder de otro ejército rebelde llamado División del Norte.
Ambos decidieron desconocer a Carranza como presidente, y juntos tomaron la Ciudad de México. Pero Carranza logró posteriormente retomar el poder y neutralizar a la División del Norte, emprendiendo luego de esto una seria ofensiva en contra del Ejército Libertador del Sur.
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En esta etapa se estableció un toma y daca entre zapatistas y constitucionalistas. Desaparecido el frente de Villa que le brindaba apoyo, el Ejército Libertador del Sur perdía y recuperaba plazas.
Aunque con la mejor preparación del Ejército Federal, aunado a las reformas campesinas emprendidas por Carranza, fueron minando la resistencia y el apoyo popular del Ejército del Sur. Para 1918 se había convertido el Ejército en poco más que una guerrilla campesina.
En 1919 el líder del Ejército Libertador del Sur, Emiliano Zapata, murió asesinado en una emboscada en Chinameca, estado de Morelos. Este evento es un hito definitivo en la historia del Ejército.
Evolución posterior
La muerte de Zapata dejó al Ejército sin cabeza visible. Aunque la conducción del mismo quedó a cargo de Gildardo Magaña, el ejército zapatista no pudo recuperar su antigua influencia.
Con el tiempo se disolvió entre las muertes de sus antiguos cabecillas, y las deserciones de otros para pasar a formar parte del Ejército Federal.
Hoy en día el nombre del Ejército Libertador del Sur es ampliamente superado por el recuerdo de su líder y fundador, al punto de que las nuevas guerrillas de corte agrarista se hacen llamar “zapatistas”.