El águila real del escudo de México, ¿debería ser otra ave?
Según una teoría del ornitólogo Rafael Martín del Campo, el águila real del escudo nacional debería ser sustituida por otra ave. Te contamos por qué
Indudablemente el escudo nacional mexicano, con el águila real devorando a la serpiente, es un símbolo poderoso que representa la grandeza de nuestra nación. Sin embargo, en 1960, el ornitólogo mexicano Rafael Martín del Campo (1910-1987) planteó que en realidad el ave debería ser otra y dio razones de peso para ello.
El águila real como mito fundacional de Tenochtitlán
De niños aprendemos la historia de la fundación de esa ciudad; un grupo de personas dejan atrás Aztlán, guiadas por el dios Huitzilopochtli, buscando la señal del águila sobre un nopal devorando una serpiente para ahí fundar la gran ciudad. Les tomaría siglos encontrar el designio en el Valle de México, donde fue fundada la magnífica Tenochtitlán.
Esta leyenda ha sido transmitida de generación en generación gracias a restos arqueológicos, códices, manuscritos y pinturas; pero no todos mencionan el águila; por ejemplo, en el Códice Ramírez se cita que Huitzilopochtli ordenó a los aztecas encontrar un ave preciosa parada sobre un nopal.
También algunos estudiosos plantean que la historia del águila y la serpiente podría tener su origen a partir de una traducción incorrecta de códices y crónicas.
El ave que podrían ser más adecuada para representar el mito
Retomando la teoría planteada por Martín del Campo, él cuestionó que el águila real (Aquila chrisaetos) encarnara al ave nacional cuando en la realidad es una especie poco común en México.
Además, estudió los restos arqueológicos y códices con representaciones del cuauhtli o águila sagrada y encontró que los rasgos físicos no correspondían con los del águila real.
En consecuencia, propuso que el ave conocida como caracara o quebrantahuesos (Caracara cheriwey) sería mejor candidata como nuestra ave nacional.
La caracara es un ave de presa de la familia de los halcones muy común en nuestro país, con un plumaje negro, pequeñas manchas blancas y cola blanco con negro.
Igualmente, la caracara es rapaz, cazadora de serpientes, aves y otros animales y tiene un vuelo estratégico que le permite huir de sus rivales, lo que algunos expertos consideran que encaja a la perfección con la descripción del ave que los mexicas vieron como señal de Huitzilopochtli para fundar su ciudad.
Finalmente, el planteamiento de Martín del Campo no fue tomado en serio y el águila real se siguió considerando como el ave oficial de México e incluso, en 1973 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley de los Símbolos Patrios en la que se establece que el ave en el escudo nacional debe corresponder con el “Águila mexicana” y aunque no menciona el nombre científico de la especie, sí detalla el plumaje y el pico negro distintivos del águila real.