Ensenada Baja California, capital mexicana de las cosas ricas
Bien podríamos decir que Ensenada Baja California es la capital mexicana de las cosas ricas. Te damos las razones.
Ensenada Baja California se ha esmerado en hacer abundante y deliciosa cerveza como si no tuviera ya suficientes productos apetitosos.
De acuerdo con datos del sitio web beerectorio.mx, mientras en Tijuana hay dos cervecerías artesanales por cada cien mil habitantes y en Mexicali hay cuatro por cada cien mil habitantes, en Ensenada, la tercera ciudad del estado en población, son 6.4 cervecerías por cada cien mil habitantes.
¿Qué hay de rico en Ensenada Baja California?
Considerando sus legumbres y sus quesos, sus restaurantes, sus chefs, sus vinos y ahora sus cervezas artesanales, no cabe duda de que Ensenada se ha convertido en la capital mexicana de las cosas ricas.
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El escenario para disfrutar de la cerveza artesanal es muy agradable, por decir lo menos. En cuanto a obra humana ahí están los veleros, yates y cruceros que se apretujan frente al centro de la ciudad.
Lugares turísticos de Ensenada Baja California
De inmediato aparecen los espacios emblemáticos del puerto: la Plaza Cívica de Patria con su gigantesca bandera, el célebre Mercado de Mariscos, donde la diversidad de productos de mar es inigualable y la primera línea de comercios.
En seguida está el Centro de la Ciudad, custodiado al noroeste por cerros y miradores. Las siguientes tres o cuatro calles tierra adentro guardan una serie de espacios de leyenda como los mariscos de La Guerrerense (ver ficha más adelante), la centenaria cantina Hussong’s (fundada en 1892) y el Museo Histórico Regional alojado en un edificio construido como oficinas de gobierno en 1886.
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El flanco sureste del centro lo cubre el perfil colonial californiano del Riviera de Ensenada, que nos recuerda que la fama de Baja California por sus bebidas alcohólicas es de hace muchas décadas.
Inaugurado en 1930, este hotel fue el refugio de muchos estadunidenses que huían de la Ley Seca (la prohibición total de producción y venta de vinos y licores) en su país. Hoy funge como centro cultural.
La ciudad toma su nombre de un par de recodos dentro de la hermosa Bahía de Todos Santos. Estas bonitas curvas peninsulares en torno al Océano Pacífico son motivo suficiente para venir a disfrutar las panorámicas.
Si se requieren paisajes más dramáticos, a 37 kilómetros al suroeste (por la carretera Transpeninsular y un ramal) se localiza La Bufadora. Aquí, en una hendidura de los acantilados las olas al chocar levantan una columna de agua y espuma que llega a alcanzar casi 30 metros de alto.
En torno a Ensenada se abren los valles vitivinícolas. Sí, en plural. Al norte está, por supuesto, Valle de Guadalupe, una joya bien conocida y que para muchos es hoy en día el mejor destino de viaje en el país.
Pero al oriente se encuentra el cada vez menos árido Valle de Ojos Negros, donde junto a antiguos ranchos ganaderos que han cobrado fama por sus espléndidos quesos, se multiplican los viñedos.
Al sur, la Antigua Ruta del Vino, que desde tiempos de las misiones dominicas a fines del siglo xviii contaba con vides y uvas, también presume cada vez más bodegas de vanguardia.
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Desde Ensenada parte igualmente la carretera (federal 3) que lleva a través de Ojos Negros al Parque Nacional Constitución de 1857 con sus pinares y la laguna Hanson, el único gran cuerpo de agua natural del estado.
Por esta carretera también se puede acceder a San Felipe, ya en el Mar de Cortés, a sus tranquilas y migrantes playas, y al Valle de los Gigantes, con sus inmensos órganos.
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Luis Romo Cedano Periodista e historiador. Es catedrático de Geografía e historia y Periodismo histórico en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México donde intenta contagiar su delirio por los raros rincones que conforman este país.