Niño descubre una garra de dinosaurio en el río El Roble, Tamaulipas
Un niño se llevó el mejor regalo del día del niño al descubrir que lo que encontró en El Roble, Tamaulipas era nada más que una garra de dinosaurio ¡Conoce la historia completa!
Un niño jugaba en el río El Roble, en el municipio de Güémez, Tamaulipas; cuando de pronto se encontró con una curiosa pieza que resultó ser la garra de un dinosaurio, de entre 60 u 80 millones de años de antigüedad.
El pequeño Eduardo se encontraba jugando con las piedras a la orilla del río El Roble, en Güémez, Tamaulipas; cuando se topó con una muy especial.
Inmediatamente la pieza le recordó a los colmillos de los dinosaurios, por lo que se la quedó y la llevó a casa.
Al tratarse de una figura bastante peculiar, la familia de Eduardo optó por acudir a la Asociación Tamaulipeca de Antigüedades y Coleccionistas a través de Facebook.
Fue entonces cuando el arqueólogo Francisco Mendoza y el paleontólogo Fósiles de Tamaulipas, junto con ATAC, se encargaron de estudiar la pieza, con resultados increíbles.
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Una garra de dinosaurio: El mejor regalo de Día del Niño
“Lo curioso de esta pieza es que se encontró en el fondo del río, por cientos de años a estado bajo el agua y no presenta datos de pudrición como los árboles o madera, no presenta lama, es una pieza muy fina y ancha como si fuera echa para rasgar o cortar”
Asociación Tamaulipeca de Antigüedades y Coleccionistas
Alrededor del 27 de abril pasado, el arqueólogo Francisco Mendoza pudo confirmar que se trataba de una garra de dinosaurio auténtica y que haría falta estudiar a fondo su antigüedad y origen.
Para el 29, el paleontólogo Fósiles de Tamaulipas le hizo varios análisis y estudios a la pieza, confirmando su veredicto para el día siguiente.
El 30 de abril, en pleno día del niño, se confirmó que probablemente perteneció a un dinosaurio de la familia de los saurópodos (cuello largo) y que tiene aproximadamente 60 u 80 millones de años de antigüedad.
Ante tan fantástica sorpresa, Eduardo y su familia han decidido registrar la garra ante el INAH y conservarla; con total disposición de prestarla para exhibición o para eventos especiales.
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