La alberca de lava negra que puedes visitar en la UNAM
Dentro de la Ciudad Universitaria de la UNAM existe un lugar con 64 pirámides colocadas en círculo que evocan la interpretación prehispánica del cósmos. Al centro un cúmulo de rocas que alguna vez fueron lava invitan a la contemplación.
Algo que todos los habitantes de la Ciudad de México sabemos es que los lugares más relajantes y propicios para la reflexión se encuentran al sur. Imagina que puedes sentarte a meditar a la orilla de una alberca de lava petrificada ubicada en medio de una de las pocas reservas ecológicas que quedan en la capital del país.
En este lugar no escucharás claxonazos, ni ruidos estruendosos de los numerosos edificios que se construyen por doquier, acaso el único sonido que acompañará tu estancia aquí es el de las aves y el de insectos que se esconden en las hierbas, hablamos del Espacio Escultórico de Ciudad Universitaria de la UNAM.
Se trata de un anillo de 120 metros de diámetro conformado por 64 pirámides de concreto erigidas aquí en la década del 70, ideadas por los legendarios arquitectos Federico Silva, Helen Escobedo, Sebastián, Mathias Goeritz y Manuel Felguérez.
Pocos de los que llegan aquí saben que la intención de esta obra es representar el cosmos con base en la cultura prehispánica.
Muchos suben a las pirámides para admirar el entorno desde la altura, otros más se sientan a la orilla del círculo central y los que tienen más energía caminan sobre las accidentas formaciones de lava negra.
El silencio, la naturaleza, las formaciones rocosas, la poca gente que aquí hay, invitan a la contemplación y a la tranquilidad, a ratos se olvida que seguimos dentro de la ciudad de México.
Pero sí, se encuentra en la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel, un sitio de 124 hectáreas de suelo ambiental que alberga a flora y fauna, entre los que se encuentran los tlacuaches.
