La tierra del Nayar, donde el sol descansa por las tardes (Nayarit)
Nayarit es un estado con recursos naturales exuberantes y bellos, con playas de aguas tibias y poco profundas donde todo es vida, abundancia y descanso. Territorio de remotas tradiciones y expresión de atávicas culturas: En esta tierra del Nayar donde el sol viene a descansar todas las tardes, siempre habrá ciudades y pueblos para descubrir.
Además de Bahía de Banderas, que pertenece al club de las 30 bahías más bellas del mundo, Nayarit es un atlas turístico que siempre tiene algo que revelar, tantas fiestas como poblaciones, zonas arqueológicas; desafiante s picos de una larga cordillera y espléndidos valles por cuyo seno descienden cristalinos torrentes hacia el océano.
A la vera de muchos caminos se alzan corpulentos huanacaxtles, acacias frondosas y cabañas diseminadas entre platanares, guayabos; papayas y aguacates, añosos árboles crecidos en los huertos que perfuman el ambiente con aromas de fruta fresca.
La llanura costera es una franja de suelos poco elevados limitada por marismas, esteras, manglares; por las playas y las desembocaduras que forman los ríos Acaponeta, San Pedro Tenenehpa, Santiago Lerma, Huitzitzila.
A lo largo del estado hay zonas de gran belleza natural, como Boca de Camichín, donde las aguas del flujo y reflujo del mar hacen surgir Mexcaltitán, pequeña isla que emerge entre esteras y ríos en el litoral nayarita de donde se cree partieron los aztecas. Colorado, Sestea y Novillero, con su infinita playa de 80 km, son lugares idóneos para disfrutar de la tranquilidad y belleza del mar.
En los esteras de Teacapán, Tortuguero y Naranjo, el ramaje de los mangles forma un dosel y entrelaza las orillas. San BIas por su parte, separa la llanura costera y las bahías ,de enhiestas palmeras y vegetación salvaje; esta región, por cierto, es un paraíso para la observación de aves, con más de 300 especies tropicales, acuáticas y migratorias. Además es hoy considerado como uno de los destinos turísticos nayaritas que mantienen aún virgen su entorno ecológico.
Impenetrable durante muchos años, a la Sierra Madre Occidental, que se rompe y tuerce en infinidad de acantilados, cañadas y cimas sucesivas; sólo la vencen las veredas indígenas que eslabonan mínimas rancherías. En la casi inaccesible montaña se refugian los coras, los huicholes, los tepehuanes y los mexicaneros, de ancestrales costumbres, tradiciones y creencias religiosas.
En el Eje Neovolcánico se asientan llanuras escalonadas al pie de los volcanes Sangangüey, San Juan Xalisco, San Pedro Lagunillas y el Ceboruco, y en ellas se distribuyen la mayoría de las poblaciones cañeras, como Atonalisco, Pochotitán, Puga, San Luis de Lazada, Compostela, Santa María del Oro, Ahuacatlán, Ixtlán y Rosario, donde el volcán Ceboruco produjo un bello escenario natural: la obra de Garabatos o El Manto, donde precipita en una hermosa cascada y fluyen las aguas termales de Amatlán de Cañadas.
En los cráteres, la luz del sol hace espejear las lagunas de Tepetiltic, Sapta María del Oro, San Pedro Lagunillas y la Encantada de Santa Teresa, además de la enorme presa de Aguamilpa, encuadrada en el valle deMatatipac.
En la Sierra Madre del Sur, paralelas a la carretera costera 200, se hallan las aún desconocidas pequeñas bahías y playas de Jolotemba, Custodio, Tortuguero, Las Cuevas, Naranjo o Agua Azul y Litibú, de apariencia solitaria y misteriosa.
La sierra presenta cañones extraordinarios, barrancos yaguas que se precipitan en las cascadas del Cara y El Salto de Jumatán, caída de agua de 120 m de a1tura, que se aprovecha para generar electricidad.
Nayarit tiene un encanto especial de colorido, tradición, sabor y aventuras que disfrutan los lugareños; pero que está siempre a disposición de los visitantes.
Fuente: Guía México desconocido No. 65 Nayarit / diciembre 2000
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