Laguna de Zumpango, vestigios de lo que fuera un gran cuerpo de agua
La Laguna de Zumpango fue un recurso vital para las comunidades locales, así como un refugio para la vida silvestre.
La Laguna de Zumpango, una vez vibrante y llena de vida, hoy yace en un estado desolador, marcada por la sequía y la invasión del lirio acuático. ¿Quieres saber más sobre este lugar?
Ubicada en el Estado de México, el lago fue mucho más que un cuerpo de agua; solía ser un ecosistema invaluable. Con una superficie de 1853 hectáreas y una capacidad de 100 millones de metros cúbicos de agua, esta laguna fue parte fundamental del paisaje y la vida de las comunidades circundantes.
Historia y evolución de la Laguna de Zumpango
El origen de la Laguna de Zumpango se remonta a siglos atrás, cuando la necesidad de controlar las inundaciones en el Valle de México llevó a la construcción de sistemas hidráulicos para desaguar la cuenca.
Desde el siglo XVII, se realizaron obras de infraestructura para conectar las aguas de la laguna al río Tula, reduciendo así su extensión original. Sin embargo, fue en 1989 cuando se llevó a cabo el primer llenado del vaso regulador, utilizando aguas residuales y marcando el inicio de una nueva etapa en la historia del lago.
A lo largo de las décadas siguientes, la laguna se convirtió en un importante recurso hídrico para los núcleos agrarios de la región Zumpango-Nextlalpan-Teoloyucan.
No obstante, problemas de contaminación y calidad del agua surgieron, afectando tanto a la biodiversidad como a las comunidades que dependían del lago para su sustento.
Ecosistema de la Laguna
A pesar de los desafíos ambientales, la Laguna de Zumpango albergó un ecosistema diverso y vital para la región. Como principal recargador de los mantos freáticos locales, el lago también desempeñó un papel crucial en la regulación del agua y la temperatura del área circundante.
En términos de biodiversidad, la laguna era un refugio para numerosas especies de aves migratorias y residentes.
En sus alrededores se encontraban desde patos canadienses hasta garzas y gaviotas, el lago atraía a una amplia variedad de avifauna que encontraba en sus aguas un hábitat propicio para la alimentación y el descanso durante sus largos viajes migratorios.
Crisis de la sequía
Hace apenas dos años, la Laguna de Zumpango era un destino turístico popular, atractivo para visitantes que disfrutaban de paseos en lancha hasta la isla homónima. Sin embargo, la falta de lluvia comenzó a afectar gravemente el nivel del agua, provocando una reducción significativa de su superficie.
La situación empeoró con la invasión del lirio acuático, una planta de agua dulce conocida por su belleza y sus propiedades de descontaminación natural.
A pesar de sus beneficios, la proliferación descontrolada de esta planta ha contribuido aún más al deterioro de la laguna, cubriendo gran parte de su superficie y privando a otras especies de luz solar y oxígeno.
La sequía de la Laguna de Zumpango no solo afecta al ecosistema local, sino también a las comunidades que dependen de ella para su sustento.
La desaparición del agua ha dejado sin trabajo a pescadores y prestadores de servicios turísticos, sumiendo a la región en una crisis económica y social.
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