Las 5 bebidas más tradicionales de México
Te compartimos las bebidas tradicionales más destacadas según nuestros lectores. ¡Cuéntanos cuál se te antoja!
5 bebidas tradicionales mexicanas que tienes que probar
Te compartimos 5 bebidas tradicionales de México que sí o sí debes probar.
1. El tequila
Originario de los azules campos de Jalisco, el tequila, elegido por nuestros usuarios en redes sociales como una de las bebidas tradicionales más típica, le ha dado fama mundial a nuestro país y se ha colocado como uno de los grandes embajadores de la cultura mexicana.
Considerado por muchos como una de las bebidas alcohólicas mejor manufacturadas del mundo, el tequila posee un proceso de elaboración -con normas de calidad sumamente estrictas- casi tan interesante como su sabor.
El tequila se obtiene de la fermentación con levadura y destilación de los jugos de agave azul, a partir de la cocción de las cabezas del agave. Dichas cabezas tener entre seis y diez años de maduración. Posteriormente, de les deposita en barricas de madera.
El tequila se comenzó a producir a mediados del siglo XVII en una hacienda llamada Cuisillo, y hoy en día existen alrededor de 160 marcas y 12 haciendas que lo producen, dando vida a uno de los productos mexicanos más demandados en el extranjero, el cual posee la prestigiosa etiqueta de denominación de origen.
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La población de donde surge lleva su nombre y es un encantador Pueblo Mágico que, entre paisajes agaveros, mariachis y aires provincianos, resguarda leyendas y el secreto de esta mística bebida. Visitando sus tranquilos rincones encontrarás el Museo Nacional del Tequila, el Templo de la Purísima, la Quinta Sauza y el apagado Volcán de Tequila.
Además, al ser la producción de este aguardiente el mayor atractivo de la zona, se creó la Ruta del Tequila Express, un recorrido en tren en el que se pueden observar zonas arqueológicas, antiguas casonas y en especial, los bellos campos donde se cultiva el agave.
Esta bebida legendaria contiene en su sabor y olor únicos el pasado prehispánico, la tradición de un pueblo mestizo y un proceso de elaboración que asemeja a una obra de arte. Sin duda, un auténtico “regalo de los dioses”.
2. El mezcal
Cuenta la leyenda que un estrepitoso rayo cayó sobre una planta de agave, abriendo y cociendo su centro. Desde la lejanía, los nativos percibieron el penetrante aroma del néctar que emanaba y bebieron con temor el líquido, obsequiado por sus deidades.
Así, según el mito, nace el mezcal, elegido por nuestros usuarios como la segunda bebida más representativa de México, la cual recibía la connotación de “llegada del cielo”.
Fue hasta el siglo XVI (cuando los españoles introdujeron el proceso de destilación -legado de los árabes-),cuando en México comenzaron a fabricarse y beberse alcoholes destilados. Entre destacan el tequila, el aguardiente y el mezcal.
El mezcal es el más producido en el país debido a que cualquier lugar en donde se cultiven los agaves es ideal para su elaboración. Gracias a esto se da lugar a diferentes clases que dependen del maguey, del clima, de las técnicas de destilación y del recipiente utilizado para fermentar.
El más conocido es el de Oaxaca, de donde se dice surgió la tradición mezcalera. Aquí se sirve en su presentación original: un recipiente de barro negro sustentado por una canasta.
Aunque esta bebida surge también como medicina tradicional, a lo largo de la historia se le ha dotado de un carácter religioso y ritual. Asimismo, es un manjar imprescindible en las fiestas de muchos pueblos indígenas del país. En dichas comunidades se sirve en orden jerárquico y no se puede rechazar. Sin duda, una tradición líquida que ningún mexicano –o extranjero- puede dejar de probar.
3. El pulque
La tradición y la mística que rodea al pulque u octli surgen de la mitología de la época prehispánica. Este líquido de color blanco y gusto áspero era considerado como un manjar de carácter religioso. No obstante, sólo podía ser consumido por personas mayores de 52 años y en ocasiones especiales.
El mito describe que el tlacuache también fue quien regaló a los hombres el secreto de la elaboración del pulque. Conocido como el primer borracho, el tlacuache descubrió los efectos del aguamiel fermentado y le enseñó a la humanidad a prepararlo.
Dentro de la cosmogonía azteca, Tezcatzóncatl era el dios del vino (o pulque), el cual tenía a 400 sacerdotes consagrados a él.
El pulque se elabora a partir de la fermentación del corazón de maguey o aguamiel mediante el proceso conocido como “raspado”. Dicho proceso se lleva a cabo por un “tlachiquero”. Cuando el maguey llega a cierta edad, se le extrae el centro. Sólo queda una oquedad que será raspada con un acocote -una especie de cuchara-. De esta forma, soltará el dulce jugo.
El jugo se concentra en el hueco y es absorbido. Poco a poco se deposita el jugo en una vasija llamada “odre” hasta fermentarse, en poco menos de 24 horas.
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El pulque fue tan importante durante la Conquista que los impuestos recaudados por su venta y producción fueron uno de los pilares de la economía de la Colonia.
Actualmente, esta bebida se sigue produciendo, principalmente en el estado de Hidalgo. Aquí aún se realizan los ritos y ceremonias de los antiguos pobladores cuando una planta produce aguamiel por primera vez.
Actualmente, el pulque es una de las bebidas tradicionales más consumidas entre las comunidades rurales que conservan los plantíos de magueyes. Los cuales les quedaron como herencia de sus ancestros, siendo el producido en Apan el más famoso del país.
Desde tiempos de la Colonia, esta bebida se vende y se consume en pulquerías. Éstas han formado parte de las descripciones de costumbristas e historiadores que relatan el folklor y la tradición que rodea a esta bebida. No hay que olvidar que, antiguamente, era un placer ¡sólo disfrutable para los ancianos!
4. Las aguas frescas
En algunos lugares en extremo caluroso, las aguas frescas se han convertido en las bebidas tradicionales no alcohólicas más populares y consumidas por sus habitantes. Por esta razón fue elegida por nuestros usuarios como la cuarta más representativa a nivel nacional.
Estas aguas suelen ser elaboradas a partir de semillas de diferentes frutas, y en ocasiones endulzadas con azúcar. Las más conocidas son las preparadas a partir de la chía, la jamaica, la horchata y el tamarindo. Mientras que la chía es una semilla autóctona, los demás frutos son originarios de otras regiones del mundo.
Por ejemplo, el tamarindo es oriundo de la lndia, mientras que las hojas de la flor de jamaica son provenientes de África tropical. Por su parte, la horchata –que en México se prepara con arroz, vainilla y canela- se utilizó por primera vez en Valencia, España.
Sin embargo, la manera de prepararlas, de servirlas –en los enormes garrafones de vidrio o plástico, comunes en cualquier comedor y taquería- y de consumirlas, es meramente de nuestro país y conforma parte de la dieta diaria y una tradición abrigada por todos los mexicanos.
5. El tepache
Esta bebida de penetrante sabor, producida a partir de la fermentación de los azúcares de alguna fruta –en especial de la piña-, fue elegida en el quinto puesto por nuestros usuarios en redes sociales como una de las bebidas tradicionales favoritas.
La palabra tepache procede del náhuatl “tepiatl”, vocablo que significa bebida de maíz debido a que, anteriormente –y actualmente en algunas comunidades indígenas-, era elaborada a partir de la fermentación de la masa de este cereal en agua y que incluso era utilizada para algunos cultos mayas.
En el norte de México, es conocido como “Tesgüino” el cual es utilizado para motivos religiosos por los rarámuri o tarahuamaras, mientras que en el sur recibe el nombre de Pozol, reconocido por sus propiedades medicinales.
La elaboración del tepache requiere de cuatro días: en los dos primeros se dejan reposar trozos de pulpa y cáscara de piña en una olla de barro con clavos y canela, después se le agrega una mezcla de cebada y piloncillo, previamente hervidos, los cuales se dejan fermentar otros dos días.
Aunque ésta es una bebida muy común en Ciudad de México, también es muy consumida, aunque con algunas variaciones, en Jalisco, Nayarit, San Luis Potosí, Puebla, Morelos, Oaxaca y Veracruz.
El refrescante sabor del tepache se ha convertido en un ingrediente básico en las fiestas y ferias regionales de muchas entidades, principalmente del centro y sur de México, ya que generalmente tiene un bajo nivel alcohólico ¡y un sabor único que no puedes dejar de disfrutar!
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