Los cocodrilos locos de Mathias
Te contamos la historia de un poe-mural de Mathias Goeritz, un alemán que contribuyó mucho a la arquitectura de la CDMX.
Vecino contemporáneo del mural efímero que José Luis Cuevas realizó en 1967, el poe-mural POCOS COCODRILOS LOCOS del arquitecto y escultor alemán Mathias Goeritz se ubicaba en el número 12 de la calle de Niza, en la Zona Rosa de la Ciudad de México.
El poe-mural de Goeritz (1915-1990) rodeaba el exterior de una cafetería Vips 24 horas, cuya barra circular era conocida como La Isla de los Hombre Solos porque allí pernoctaban insomnes cafeteros frecuentes…
Rima anónima transformada en mural
Para su concepción, Mathias Goeritz contó con la colaboración del también arquitecto Ricardo de Robina quien le propuso al alemán inspirarse en poemas de Lorca o León Felipe, sugerencias que no convencieron a Goeritz.
Pero cuando, en tono de broma, Robina recitó el poema de un mexicano desconocido que había escuchado en una feria literaria de Valladolid (España), Mathias gritó «¡genia!». Y fue así que el lúdico y aliterado poema anónimo quedó plasmado en acero y cemento durante 18 años (1967-1985).
Sí, el poe-mural POCOS COCODRILOS LOCOS fue destruido por el temblor, y quien se divirtió al verlo en el pasaje que desembocaba en la Librería Francesa y la avenida Reforma debe sentir hoy una enorme nostalgia, pues la profusión de fonemas oclusivos sordos (p-k) y la redondez de la «o» se adherían a perpetuidad en la mente de quien en voz alta lo leía.
Imaginemos POCOS COCODRILOS LOCOS como telón de fondo de un Adalberto Martínez «Resortes» bailarín, una cándida Sor ye-yé (Hilda Aguirre) o de un galanazo como Mauricio Garcés… «¡ARROZ!».
Temporada de cocodrilos
Hace 20 años, el actor Diego Jáuregui subió a Youtube su «pocos cocodrilos locos/drilos pocos/pocos cocodrilos locos/pocos drilos/¿pocos?/¡locos!…». Y en 2014, el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) consideró tan importante esta obra de Mathias que terminó reconstruyendo con éxito un fragmento de POCOS COCODRILOS LOCOS que se expuso en «Desafío a la estabilidad».
Sin duda, la voluntad modernizadora de esta obra que ocupaba 43 metros cuadrados de blanca pared, se puede inscribir en el género de la poesía concreta y en el movimiento artístico conocido como La Ruptura (Cuevas, Felguérez, Corzas, García Ponce…) que no quería saber nada de Diego, Siqueiros u Orozco. Mathias, que venía de la vanguardia europea, entró en el nuevo panorama artístico mexicano en calidad de profeta.
A POCOS COCODRILOS LOCOS sumemos las emblemáticas Torres de Satélite, El Eco, La Corona Del Pedregal, obras de Goeritz que no debemos olvidar ni permitir que se destruyan.
