Los mayas en Tabasco
Tabasco ha sido escenario de importantes acontecimientos culturales e históricos que constituyen un legado patrimonial que enorgullece no sólo a los habitantes de la entidad, sino a todos como mexicanos.
Al abandono de los sitios olmecas por sus originales pobladores, los que se supone eran hablantes de lengua zoque, la región debió ser poblada en las centurias anteriores a la era cristiana por grupos de la gran familia mayense, especialmente los chontales y los choles, los que con la fuerte herencia cultural del mundo olmeca, desarrollaron al igual que sus otros parientes de la extensa región maya, una extraordinaria cultura que ha sido motivo de numerosos estudios en nuestro siglo.
En Tabasco, actualmente sólo contamos con evidencias arqueológicas de la época Clásica (300-900 d.C.) destacándose principalmente las ruinas de ciudades como: Comalcalco, Jonuta, Reforma, Tortuguero y Pomoná. El territorio tabasqueño en el esplendor de la cultura Maya, fue una región cuya riqueza dependía del cultivo de cacao y de la explotación de los recursos acuáticos, tanto marinos como lacustres y de río; su ubicación le permitió convertirse en una de las zonas de carácter comercial más importante de la antigua Mesoamérica.
Sus pobladores principales, los chontales, emprendían expediciones siguiendo las rutas costeras de la península yucateca y fueron ellos quienes se encargaron de establecer los contactos con el Altiplano Central mexicano, cuya evidencia más notable está en Cacaxtla, Tlaxcala, donde los murales descubiertos son el testimonio de la presencia Maya en el centro de México.
Comalcalco es el sitio que ejemplifica mejor a la cultura Maya en Tabasco; se ubica en las tierras bajas de la entidad, que hoy están convertidas en potrero, pero que en su tiempo fue una zona selvática importante; asimismo, los ríos que están en las cercanías le servían para comunicarse con el litoral, pero su localización la protegía por estar tierra adentro, de los tremendos temporales, y especialmente de los huracanes.
Comalcalco fue construida con ladrillos cocidos y es el único ejemplo de esta peculiar arquitectura en todo Mesoamérica; la población vivía en los alrededores del centro ceremonial, el cual se integra por la gran acrópolis, la plaza principal y otros conjuntos diseminados por el área.
Además de las figurillas en barro semejantes a las de Jaina y la cerámica policroma que es distintiva de los Mayas, los habitantes de Comalcalco se expresaron a través de los ladrillos que formaban parte de sus edificios, estos ladrillos esgrafiados o esculpidos, son el mejor testimonio de la cultura de Comalcalco, ahí nos encontramos con la tradicional escritura pictográfica, que hoy está en proceso de desciframiento.
Existen ejemplos de arquitectura, de ritos y de perfiles de individuos de la sociedad, donde se aprecia la deformación craneana tubular erecta, que junto con la mutilación dentaria, la práctica del estrabismo y el uso de la escarificación, dieron las características físicas distintivas de los mayas.
Para el siglo XVI, La Chontalpa estaba densamente poblada y según la relación escrita por Melchor Alfaro de Santa Cruz, existían numerosas poblaciones que hablaban esa lengua. Se conocía también a la región como Acalan-Tixchel y el poblado más importante era Itzam-kanac.
Esta gente hablaba la lengua putun y se les identificaba como putunes, a los que se respetaba como grandes comerciantes porque extendieron sus actividades de intercambio hasta la región del Mar Caribe, en lo que es hoy el estado de Quintana Roo.
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