Los nueve tipos de pan de muerto oaxaqueño, sabor y tradición en variadas presentaciones
Otra prueba de la diversidad culinaria mexicana son los nueve tipos de pan de muerto oaxaqueño que representan a las ocho regiones del estado
Una de las razones por las que Oaxaca cuenta con una gran riqueza cultural es la presencia de grupos étnicos como los chinantecos, chontales, mazatecos, mixtecos y tzotziles, entre otros; distribuidos en las ocho regiones del estado: Cañada, Costa, Istmo, Mixteca, Papaloapan, Sierra Sur, Sierra Norte y Valles Centrales. Y en este escenario de multiculturalidad encontramos nueve tipos de pan de muerto oaxaqueño, elaborados para agasajar a los difuntos, pero diferentes en ingredientes y presentaciones. Conócelos todos.
El pan de muerto de Oaxaca, único y diferente
Los nueve tipos de pan de muerto oaxaqueño
Pan de carita
Es el más famoso del estado, originario de Mihuatlán. Su ingrediente principal es la yema de huevo y su peculiaridad es que tiene la forma de una sepultura y se decora con caritas pintadas (de ahí su nombre), hechas de harina de trigo, agua y limón, secadas al sol y pintadas con colores vegetales que representan tradicionalmente a un ángel; aunque también se elaboran rostros de Jesús, de Niño Dios, de santos y hasta de calaveras.
Pan de sirena
Proviene de la región de Papaloapan que alberga a la cultura chinanteca. Es otro de los panes más conocidos por su forma, que representa dos cuerpos de agua y se ofrenda para garantizar una pesca favorable. Se elabora con levadura fresca y se adorna con cruces u otras formas.
Pan de sirena, típico de Papaloapan
Marquesote
Un pan tradicional de la zona del Itsmo de Tehuantepec. Tiene forma rectangular o cuadrada y se elabora con harina de arroz, huevo, azúcar, polvo para hornear y jugo de limón. Se decora con betún blanco y en temporada de Día de Muertos, se le escribe el nombre del difunto a quien se le va a ofrendar.
Marquesote, pan típico del Istmo de Tehuantepec, creado en honor a Cortés
Yet Xtill
Es el pan de muerto con forma humana y es una voz en zapoteco que significa tortilla que comen los blancos. Igualmente, se produce en la Sierra Norte oaxaqueña, específicamente en la Villa Hidalgo Yalálag, a cuatro horas de la capital del estado. Su forma humana busca honrar a los difuntos y se puede encontrar de yema, blanco y con ajonjolí; aunque todos llevan carita de harina.
Pan de muerto tradicional de la costa
Éste se elabora con levadura fresca y se deja fermentar toda la noche para hornearse al día siguiente con mantequilla y yemas de huevo; espolvoreándose con ajonjolí. También se le da forma humana, de animales o de ángeles, aunque no se decora.
Pan de Ánimas
Originario de la región mixteca, puede tener diversas formas, de persona, conejos o aves. Asimismo, va espolvoreado con azúcar blanca, si es para una ofrenda de niños; y con azúcar roja si se colocará en un altar para adultos.
Nioxtila Chojta
El nombre de este pan proviene del mazateco y significa pan de persona. Se cuece tradicionalmente en horno de leña con levadura, anís y vainilla; y se decora con ajonjolí. Según la tradición mazateca, los difuntos empiezan a llegar a partir del 27 de octubre emergiendo desde “el ombligo de la tierra”; de ahí que este tributo u ofrenda se deba cocer en hornos de piedra.
Pan de yema
Es el rey de los panes oaxaqueños y no falta en las celebraciones, fiestas patronales y por supuesto en el Día de Muertos. Tiene un agradable color amarillo y su origen se ubica en los Valles Centrales, específicamente en el pueblo de San Pablo Villa de Mitla. Se prepara con harina de trigo, azúcar, levadura, un poco de anís, mantequilla, huevos enteros y numerosas yemas de huevo, de ahí su nombre.
Finalmente, todos estos panes se colocan en las ofrendas de Día de Muertos pero también se acompañan con café negro o chocolate a base de agua. ¿Cuál se te antojó?
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