Manuel Rodríguez Lozano, el gran pintor mexicano que enamoró a hombres y mujeres
Entre los amores de Manuel Rodríguez Lozano figuran Abraham Ángel y Nahui Ollin. Sin embargo, su verdadera lealtad estuvo con su pintura metafísica.
Manuel Rodríguez Lozano nació en la Ciudad de México, el 4 de diciembre de 1891. Su primera carrera la inició dentro del Heroico Colegio Militar y, posteriormente, tuvo una misión diplomática. En España, conoció a Carmen Mondragón, hija del porfirista Manuel Mondragón, con quien contrajo matrimonio en 1913.
Durante sus años al exterior de México no existe mucha información y tampoco se produjeron obras. La pareja viajó a Francia, donde se suscribieron al movimiento vanguardista y conocieron a pintores renombrados como Pablo Picasso, Henri Matisse, André Salmon, entre otros. Una vez de regreso en España, ambos aprendieron a pintar de forma autodidacta.
Del matrimonio conformado por Rodríguez y Mondragón nació un niño, el cual murió durante su estancia en Europa. De acuerdo con algunas versiones, Carmen Mondragón asfixió al niño cuando se enteró que Manuel Rodríguez era homosexual. Otros sugieren que la muerte de cuna fue la causa real de la separación.
En 1921, Carmen Modragón y Manuel Rodríguez Lozano regresaron a la Ciudad de México. Ella conoció a Gerardo Murillo, quien le dio el sobrenombre de Nahui Ollin, convirtiéndose en una de las figuras protagónicas de la escena intelectual de la época, y conviviendo de cerca con personajes como José Vasconcelos, Frida Kahlo, María Izquierdo y Salvador Novo.
Manuel Rodríguez Lozano, un artista contra el sistema hegemónico intelectual
Por su parte, Rodríguez Lozano vivió en la colonia Juárez e inició una relación con su discípulo Abraham Ángel. A diferencia de Nahui Ollin, Rodríguez Lozano fue excluido de la promoción del aparato estatal encabezado por Vasconcelos. Para 1924, Rodríguez Lozano se convirtió en jefe del departamento de arte de educación primaria en la Ciudad de México. Fue también durante aquella época que Rodríguez Lozano se hizo mecenas y amante de Julio Castellanos.
En medio de la depresión, Abraham Ángel decidió quitarse la vida el 24 de octubre de ese mismo año. La causa de muerte: una inyección de cocaína en el muslo derecho. Existen varias versiones sobre cómo fue encontrado el cuerpo de Abraham Ángel, sin embargo, se sabe que Rodríguez Lozano se deslindó de los trámites funerarios. El último cuadro de Ángel fue «Me mato por una mujer traidora», hecho que para algunos fue un testamento previo al suicidio.
Posteriormente, Rodríguez Lozano conoció a la escritora Antonieta Rivas Mercado con quien sostuvo una amistad y relación intelectual. Algunos sugieren que mantuvieron una relación amorosa y otros que él no le correspondió. En 1931, Rivas Mercado se suicidó en la Catedral de Notre Dame con la pistola de José Vasconcelos.
La obra
Definir la obra de Manuel Rodríguez Lozano resulta una tarea compleja, ya que no es posible acotarlo a una sola escuela. Sin embargo, temáticamente se centró en alusiones metafísicas de corte neoclásico. Tuvo una gran habilidad para el dibujo, apartándose en ciertos momentos del clasicismo y la tradición naturalista, para dar lugar a un movimiento más libre y popular.
En sus obras hay ausencia de color y melancolía, pero también expresiones de la cultura mexicana e indígena. Su obra muestra una importancia por el cuerpo masculino y andrógino, tema que para algunos tenía origen en su propia sexualidad. Asimismo, no evoca numerosas figuras ni hay saturación de imágenes, su pintura taciturna es concreta en lo que desea expresar.
Tras la muerte de Abraham Ángel continuó sus exposiciones junto a Castellanos y Rufino Tamayo. En 1940, fue nombrado director en la Escuela Nacional de las Artes de la UNAM, época en la que se volvió un influyente en el medio del arte.
Manuel Rodríguez Lozano, rebelde hasta el final
Manuel Rodríguez vivió su homosexualidad con una apertura inusual para la época. En sus obras solía plasmar a sus parejas. En agosto de 1941 algunas de sus obras fueron robadas de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Se piensa que la sustracción fue planeada por sus enemigos políticos dentro de la UNAM. Tras realizar la denuncia, Rodríguez pasó de «ser acusador a acusado» y fue encarcelado.
Con estoicismo, Rodríguez permaneció cuatro meses en la cárcel del Palacio de Lecumberri. Un año más tarde, 1942, pintó dentro de esos muros el mural La Piedad en el Desierto, obra inspirada en La Piedad de Miguel Ángel. En la imagen busca revelar el sufrimiento del pueblo mexicano a manos de sus gobernantes y del sistema capitalista. Con el tiempo, el mural tomó un corte religioso y los reclusos oraban ante él.
Bajo la máxima «en el arte no hay que hacer política», Rodríguez Lozano siempre se mantuvo lejano a los artistas orgánicos del sistema. En 1950 dejó de producir debido «a la decadencia que veía en el arte». Falleció el 21 de marzo de 1971.
¿Quieres escaparte a Ciudad de México? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable