Misiones dominicanas en Oaxaca 1
Oaxaca es uno de los estados más ricos de México, con su accidentada topografía donde convergen las sierras Madre del Sur, la Madre de Oaxaca y la Atravesada, que ha acogido desde 1600 a.C. aproximadamente a diversos grupos humanos, los que se establecieron en los valles centrales, en las montañas o en la región costera. Sus variados climas, sus suelos y bosques, su rica vegetación, sus minas, ríos y playas, fueron aprovechados por los indígenas que desarrollaron características particulares y complejas.
La región oaxaqueña tiene doce mil años de evolución, en ella encontramos evidencias de grupos nómadas cazadores recolectores, así como muestras de una etapa lítica en los valles de Nochixtlán y Oaxaca.
Las primeras aldeas se establecieron en el valle de Etla (1600 a.C.), con grupos humanos ya sedentarios dedicados a la agricultura, que irían desarrollando toda una amplia gama de conocimientos astronómicos y religiosos (incluido un culto a los muertos), una escritura, así como numeración, entre otros avances. La etapa clásica se inició con comunidades de varios miles de habitantes residiendo ya alrededor de una de las primeras ciudades de América: Monte Albán, donde el grupo zapoteca dominó la política de los valles centrales. Después, en el postclásico, las ciudades-Estado (1200-1521 d.C.) serían gobernadas por nobles y caciques. Ejemplos de centros urbanos más pequeños en extensión y número de habitantes son Mitla, Yagul y Zaachila.
Otro grupo que dominó en esa área cultural de Mesoamérica, son los mixtecos (cuyos orígenes no son muy claros), quienes entrarían también en escena. Estos se concentraron en un primer momento en la Mixteca Alta y de ahí se extendieron por el valle de Oaxaca. Este grupo se caracterizó por la calidad en la elaboración de objetos como cerámicas policromas, códices y orfebrería. El creciente poderío de los mixtecos y su expansión llegó hasta la Mixteca Alta y los valles centrales de Oaxaca, dominando o creando alianzas. Ahuizotl, rey mexica por el año 1486, de acuerdo con Cocijoeza (señor Zaachila), incursionó hasta Tehuantepec y Soconusco y dejó establecidas las rutas comerciales. A principios del siglo XVI hubo levantamientos locales contra el invasor mexicano, que fueron reprimidos, y en represalia los sometidos tuvieron que pagar una fuerte carga de tributos.
Actualmente, Oaxaca es un estado de la República en el que habita una gran cantidad de indígenas y donde encontramos 16 grupos lingüísticos de origen mesoamericano, con supervivencia de prácticas culturales ancestrales. El sitio actual que ocupa la ciudad de Oaxaca (Huaxyacac), fue en sus inicios (1486), un puesto militar establecido por el rey mexica Ahuizotl.
Esa área densamente poblada motivó a los conquistadores, después de la caída de México Tenochtitlán, a emprender inmediatamente su dominio, entre otras razones, con objeto de obtener oro en los ríos de Tuxtepec y Malimaltepec.
Entre los primeros españoles que incursionaron en el área tenemos a Gonzalo de Sandoval quien, después de imponer fuertes castigos a los mexicas que quedaban en Tuxtepec, sometió la región Chinanteca con el apoyo de indígenas mexicanos y tlaxcaltecas que lo acompañaban. Una vez logrado su objetivo y con permiso de Cortés, procedió a repartir encomiendas.
Se podría escribir mucho sobre la conquista militar en esa región, pero resumiremos diciendo que, en algunos lugares, fue pacífica (los zapotecos, por ejemplo), pero hubo grupos que lucharon largamente como los mixtecos y mixes, a los que se les pudo someter por completo pasados muchos años. La conquista de la región se caracterizó, como cualquier otra, por sus crueldades, sus excesos, el robo y por el inicio de la destrucción psicológica de los valores humanos más arraigados en hombres como éstos, de tan fuerte herencia cultural.
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