¿Por qué desapareció la Glorieta de Colón en Reforma?
El monumento a Cristobal Colón fue la primera estatua del Paseo de la Reforma y fue colocado en 1877. Fue retirado en 2020.
En octubre 2020, la Secretaría de Cultura de la CDMX informó el retirado de la estatua de Cristobal Colón sobre Paseo de la Reforma. De acuerdo con el organismo, el objetivo era someterla a un proceso de restauración profundo con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia y del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble. La obra fue colocada en Paseo de la Reforma en 1877, siendo la primera estatua sobre la avenida más icónica de México.
La medida ocurrió dos días antes de la conmemoración de la llegada de Colón al continente americano, y en medio de un llamado a través de las redes sociales para asaltar la escultura y destruirla. Ante la situación, México Desconocido contactó al entonces Secretario de Gobierno de la Ciudad de México, José Alfonso Suárez del Real, quien explicó la postura del gobierno ante los movimientos que llaman a destruir monumentos.
Auge del movimiento anti-Colón en el 2020
En Estados Unidos el movimiento decolonial comenzó a derribar monumentos que representan a Cristobal Colón en 2020, como consecuencia de una revisión de los personajes históricos vinculados a la esclavitud y el colonialismo. Las protestas contra la figura iniciaron tras el asesinato por asfixia del afroestadounidense George Floyd. Sin embargo, cada vez son más los países que se suman a la destrucción de monumentos como señal de protesta. En el caso de México, la destrucción de patrimonio histórico durante los mitines ha jugado un papel protagónico en los últimos años.
Desde hace algún tiempo, la figura de Cristobal Colón ha estado envuelta en la polémica, ya que numerosos activistas y académicos han dejado de percibir en el personaje al «descubridor de América», para visualizarlo como un genocida de indígenas.
Como es natural, el revisionismo histórico ya hacen eco en otros países. En México, por ejemplo, una iniciativa sugirió cambiar el nombre de la Noche Triste por la Noche Victoriosa. Con ello, la lectura dejó de hacerse desde el sentimiento de los españoles derrotados el 30 de junio de 1520. De acuerdo con los activistas, estos cambios no sólo resignifican la historia, también buscan romper los esquemas y estructuras coloniales heredadas.
¿Los monumentos a Cristóbal Colón están en peligro?
En México, los atentados contra monumentos durante las protestas sociales ha generado opinión dividida. Mientras algunos grupos reivindican su papel innegable en la historia y en la formación de la identidad nacional, otros piden que se revisen las figuras históricas y que de ser necesario, se retiren. Al ser consultado sobre las iniciativas a través de redes sociales de destruir estatuas o monumentos con sesgo colonial, el secretario de Gobierno de la CDMX, el doctor Alfonso Suárez del Real comentó:
«Hay un gran debate a nivel mundial que hemos seguido muy de cerca desde la Secretaría de Cultura de la CDMX. En Estados Unidos donde se ha registrado el mayor número de exigencias y prácticamente se han destronado de sus pedestales las estatuas de ciertos esclavistas, ahí se podría entender en el sentido de la reacción furibunda contra la actitud asumida por la policía en dos casos muy particulares en los que se causó la muerte de dos afrodescendientes.
«En Europa también se está teniendo esta reacción; llama la atención que en la ciudad de Petra en Palma de Mallorca, aparecieran grafiteados los monumentos de fray Jerónimo de Serra, que fue un colonizador pacifista de las Californias. Para la isla Mallorca el personaje en cuestión es uno de los grandes ídolos junto a Ramón Lull. Nos parece que la expresión de repudio no fue por parte de gente oriunda de Serra».
La destrucción sí trae pérdidas
En cuanto a la destrucción de monumentos durante las protestas, el secretario aclaró que hay una postura casi consensual en que es un daño fundamental al patrimonio cultural de cualquier pueblo o ciudad. Sin embargo, subrayó, que intervenir con pintas o consignas un monumento puede ser parte de su revitalización e integración al contexto actual. Debido a ello, la intervención actualmente es analizada por separado por los profesionales involucrados en la conservación del patrimonio cultural.
Un caso concreto, señalado por Suárez del Real, fue el de las pintas hechas a la columna de la Independencia en agosto de 2019. En ese entonces el Gobierno de la Ciudad de México llegó a un acuerdo con las activistas feministas para posponer la limpia de las consignas y permitir que se documentara profesionalmente la intervención.
Las figuras históricas tienen claroscuros
«Nosotros queremos reflexionar junto con los activistas, que es mucho más interesante la reivindicación a través de la intervención del monumento, que la destrucción. La demolición sí genera una pérdida y un encono con la parte social que considera que los monumentos son intocables. Lo que se está tratando de construir es una línea intermedia, en que no se conviertan en espacios intocables y que sí puedan ser intervenidos con una causa común, social, política o económica. También requerimos que estén abiertos a la restauración del estado que guardaba el monumento antes de la intervención. Es por allí donde está yendo la UNESCO también», señaló el titular de la Secretaría de Gobierno de la CDMX
Ante las visiones más radicales que proponen que estatuas como las de Cristóbal Colón o Hernán Cortés sirven a estructuras coloniales vigentes y que su demolición no está en cuestión, Suárez del Real invitó a la reflexión de que cualquier figura histórica tiene claroscuros y que no pueden existir lecturas maniqueas. Por otra parte, también apeló al valor artístico.
«Hay que tomar en cuenta que la Glorieta de Cristóbal Colón es la primera que tiene lo que hoy conocemos como Paseo de la Reforma, de destruirla estaríamos mochando la historia urbana. Tendríamos que negociar la cuestión de dejar un testimonio de que ahí estuvo esa estatua», afirmó.
Reapropiación, una salida intermedia y vital
En cuanto a la reapropiación por medio de la intervención, el entonces secretario aclaró que aunque es controvertido, considera que puede ser un método válido, ya que puede servir para repudiar el proceso de colonización y de redignificación de las culturas originarias. Compartió que el graffiti como técnica de reapropiación de un espacio público está acreditado desde la época de los griegos en la Acrópolis.
De acuerdo con su tesis, el graffiti es una marca que expropia, por lo cual una ciudad graffiteada no es una ciudad sucia, sino una ciudad reapropiada cuyo lenguaje a veces no se entiende. Ante ello, comentó que el gobierno de la Ciudad de México ha abierto espacios para que los jóvenes puedan apropiarse de los espacios públicos, no se les sancione y expresen sus talentos artísticos con mayor profesionalismo.
«La destrucción es momentánea y visceral. La intervención es analítica, puede tener un mensaje y contenido que permanezca además.»
La estatua a Colón ya no regresará y se proyecta que sea reemplazado con la joven de Amajac
Entre los actos de revisión histórica, se realizaron cambios de nomenclatura a calles y sitios icónicos. Este es el caso de la estación del Metro Zócalo, a la que se le agregó Tenochtitlán.
El caso de la Glorieta a Colón no quedó fuera del debate, por lo que finalmente se decidió que la estatua fuera reubicada en la zona de Polanco. Esto puso fin a la historia de la primer glorieta en Paseo de la Reforma, que de acuerdo con lo anunciado será sustituido por una réplica de la joven de Amajac.
La joven de Amajac es una escultura prehispánica única en su tipo que fue encontrada recientemente en la huasteca veracruzana. De acuerdo con los especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la escultura data del periodo Posclásico Tardío (1450-1521).
La joven de Amajac fue hallada en Hidalgo Amajac, Veracruz, mide dos metros de altura y formó parte de la exposición La Grandeza de México, impulsada por la Secretaría de Cultura y el INAH. La pieza se encuentra en la sede ubicada en el Museo de Nacional de Antropología en Chapultepec.
¿Quién construyó el Paseo de la Reforma? Maximiliano. ¿Y después quién le dio el sentido Europeo? Porfirio Díaz. No, hoy le damos un sentido distinto porque nosotros reconocemos que la grandeza de México no sólo viene de esa raza cósmica o del mestizaje. Hay una profunda riqueza en nuestros pueblos originarios y reconocerla es lo que va a acabar de sacar de las mentes de muchos mexicanos y mexicanas el clasismo y el racismo que sigue existiendo. La narrativa de poner a la joven de Amajac ahí tiene mucho significado histórico, cultural y político.”
Expresó la jefa de Gobierno de la Ciudad de México durante el anuncio de la Glorieta a la joven de Amajac
¿Quieres escaparte a Ciudad de México? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable