Los 14 pueblos mágicos más naturales de México
Cierra los ojos, respira profundo y llénate los pulmones con el aire transparente que fluye por estos pueblos consentidos por la naturaleza.
Todos Santos, Baja California Sur
Es perfecto para lanzarse de expedición a alguna de las hermosas playas del sur del estado. Si vas en familia no deben perderse San Pedrito por sus cuevas y acantilados ni tampoco el Tortuguero Las Playitas, donde anidan miles de tortugas. En cambio, si vas con amigos y les gusta la aventura, opten por el surf en playa Los Cerritos y el avistamiento de mamíferos marinos en Punta Lobos.
Angangueo, Michoacán
Asómbrate con los millones de mariposas monarca que emigran a los bosques de este Pueblo Mágico, acurrucado entre montañas siempre verdes; los santuarios mejor acondicionados para tu visita son los de El Rosario y Chincua. De vuelta en el pueblo sube al mirador para contemplar sus torres y tejados cubiertos por la neblina o lánzate en un paseo ciclista que hacia los poblados de Aporo y Senguio.
Tula, Tamaulipas
Está ubicado en la Reserva de la Biosfera El Cielo, un paraíso de 144 mil hectáreas cubierto por bosques tropicales, de encino y coníferas. El agua también brota generosa en la región, y como muestra están la Laguna de Tula y el Cañón de El Salto, este último favorito de los aventureros por sus formaciones pétreas y agua cristalina. ¡No olvides volver al pueblo a probar sus enchiladas y pipianes!
Arteaga, Coahuila
De aquí te sugerimos probar sus conservas y vinos dulces, y ya entrado en calor lanzarte a los parques naturales de Sierra de Arteaga: en Bosque Serrano harás senderismo y cabalgata, mientras que en Bosques de Monterreal podrás probar suerte en la única pista de esquí en México. Te acompañará el aroma a pinos y encinos que surge de la cordillera boscosa más importante del noreste del país.
Mineral del Chico, Hidalgo
Te va a encantar si buscas la combinación perfecta entre historia y naturaleza. Lo primero lo tendrás mientras recorres sus señoriales calles, templos y jardines, producto de la extracción mineral. El acento verde, por su parte, lo pone el cercano Parque Nacional El Chico; allí podrás acampar, hacer bici de montaña o segregar adrenalina en las tirolesas del Parque Recreativo Carboneras.
Tecozautla, Hidalgo
Sobre la superficie, este poblado luce siempre tranquilo, sin embargo bajo su suelo ocurre toda serie de fenómenos geológicos que han dado como resultado fuentes termales. Disfruta las facultades curativas de estos torrentes en el balneario El Géiser, cuyo chorro puede alcanzar los 90ºc. Otro imperdible acuoso: los manantiales de Taxidhó, de prístinas aguas.
Huauchinango, Puebla
Prueba tu pericia pescando en las presas que rodean al pueblo, integrantes del Sistema Hidroeléctrico Necaxa. La de Nexapa es la más inspiradora porque cuenta con su propio castillo. También cercanas a Huauchinango están las cascadas de Totolapa y Salto Chico, donde es posible bañarse y soñar un poco.
Compostela, Nayarit
Al sur de este poblado, que alguna vez fue capital de la Nueva Galicia, se encuentra la reserva natural de El Molino, alimentada por las aguas del lago del mismo nombre. Aquí podrás practicar el ciclismo, observar aves, acampar o divertirte en las albercas de su balneario.
Chiapa de Corzo, Chiapas
Además de contemplar la bonita pila de su parque central, debes visitarlo porque desde se aquí zarpan los botes hacia el Cañón del Sumidero, portento natural labrado por el paso del río Grijalva. Abrazado por muros de más de 60 metros, te sentirás empequeñecido mientras divisas monos, cocodrilos y aves en las orillas.
Melchor Múzquiz, Coahuila
¡Bienvenido a uno de los nuevos Pueblos Mágicos de México! Aquí podrás adentrarte en las raíces del pueblo indígena kikapú, quienes también han sido los responsables de proteger Maderas del Carmen, un santuario ecológico de gran importancia para las especies migratorias del desierto de Coahuila.
Ixtapan de la Sal, Estado de México
Diviértete con tu familia o entrégate a la relajación en sus balnearios, dotados de aguas termales de origen natural. El Balneario Municipal es la opción más accesible y popular, aunque también podrás disfrutar de las aguas curativas en el parque acuático Ixtapan o en el exclusivo Gran Reserva Ixtapan Country Club.
Bacalar, Quintana Roo
Inmerso en la selva maya, este poblado no tiene un motivo para que lo visites: posee siete. Nos referimos, por supuesto, a los tonos de azul que adquieren las aguas de la laguna de Bacalar, un bello ojo de agua rodeado por hotelitos y restaurantes ecológicos.
El Oro, Estado de México
Fue un próspero pueblo minero en siglos pasados, sin embargo sus tesoros actuales son sus bosques y su arquitectura. Compruébalo haciendo un paseo a las cercanas Presas Brockman y Victoria, donde se puede pescar ante un escenario de oyameles y pinos. Otra sugerencia verde: hacer tirolesa en la Cascada el Mogote o acudir en invierno al bosque de San José del Rincón, adonde arriba la mariposa monarca.
Aquismón, San Luis Potosí
Es la puerta de entrada a las bellezas de la Huasteca Potosina, donde te sugerimos contratar un tour de expertos para gozar la colosal Cascada de Tamul, navegar por el río Tampaón o asombrarte con la magnitud del Sótano de las Golondrinas.
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