Regresan piezas prehispánicas al lago de la Luna en el Nevado de Toluca
El Nevado de Toluca es sagrado. Por ello, arqueólogos decidieron regresar piezas arqueológicas a su lugar de origen.
Durante 2007, dentro del cráter del lago de la Luna en Toluca se encontraron objetos rituales prehispánicos hechos de resina de copal. Tras trece años de investigación, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) decidió regresar los objetos a su lugar de origen , con ello se creó el primer archivo in situ.
De acuerdo con los estudios aplicados, los 52 objetos encontrados tienen una temporalidad que oscila entre los años 1216 y 445 d.C. A su vez, el fechado coincide con el esplendor de la cultura matlatzinca en el valle de Toluca, Estado de México.
Desde tiempos prehispánicos, el hoy Área de Protección de Flora y Fauna del Nevado de Toluca es un lugar sagrado, visto como un sitio que ofrece agua y vida a la tierra. Dicha cosmovisión aún es tangible en las comunidades indígenas contemporáneas, quienes tienen un gran respeto por los montes, en los que ven a benefactores de las cosechas.
El lago de la Luna en el Nevado de Toluca
El lago de la Luna se encuentra a 4 mil metros sobre el nivel del mar y su temperatura promedio es de 3º C. La actividades acuáticas están estrictamente prohibidas por las autoridades ambientales federales. Sin embargo, el INAH logró que buzos devolvieran las piezas al lugar que se extrajeron.
Con lo anterior, los objetos se devolvieron al lugar que los resguardó durante más de mil años. Además, se cumplió con el estándar del Convenio Unesco 2001 sobre la Protección del Patrimonio Subacuático, cuyos dictámenes proponen conservar los hallazgos en su sitio.
De acuerdo con Iris Hernández, arqueóloga titular del Proyecto de Arqueología Subacuática en el Nevado de Toluca, otro de los beneficios es que esta iniciativa ayudará a estudiar cómo se readaptan los materiales a la temperatura y sustancias del lago.
Todos los objetos, cuya forma es cónica y esférica, se colocaron en un cajón que permite la entrada de agua. A su vez, cada una de las piezas están inventariadas con la idea de que en un futuro puedan volver a ser objetos de estudio.
