¿Sabías que puedes bucear en San Luis Potosí?
En México aún quedan lugares por descubrir que esconden maravillas; la Zona Media potosina es uno de ellos. Visítala y descubre todo lo que puedes hacer aquí. Seguro no imaginabas que en San Luis Potosí se puede bucear.
Un par de locos avanzan en una camioneta 4×4 para bucear y vivir una expedición por rutas desconocidas de San Luis Potosí: la Zona Media potosina, una región de México impregnada de enigmas naturales e historias legendarias. Ubicado a una hora y veinte minutos de la capital potosina, la aventura comienza en Rioverde y Ciudad Fernández, dos municipios que funcionan a la perfección como base de operaciones para descubrir esta región.
Nos hospedamos en el hotel boutique El Sueño del Coronel, en el centro de Rioverde, casona de apenas cinco habitaciones donde, cuentan, vivió el Coronel Bautista, amigo del general Cedillo, militar que azoraba a toda la región durante la Revolución Mexicana y la Guerra Cristera. Nuestro check in: un mezcal potosino de agave salmiana en el espectacular lobby. enseguida preguntamos dónde es que podríamos bucear.
Spot imperdible
La atracción estelar ha sido bautizada con el nombre de la Media Luna. Se trata de un manantial con más de 36 metros de profundidad en el que, en efecto, se puede bucear y que en algún momento captó la atención del explorador de los mares, Jacques-Yves Cousteau, la leyenda subacuática que ‒cuentan algunos rioverdenses‒, visitaba este sitio para perfeccionar la técnicas del espeleobuceo.
Sea verdad o no, el sitio es majestuoso. En la profundidad cuenta con una serie de cavernas interconectadas; también se alcanzan a ver árboles petrificados, tortugas y el nenúfar, un lirio acuático, especie endémica de la región. Pero el manantial también está plagado de historias prehispánicas relacionadas con grupos étnicos de la nación chichimeca que lo utilizaron como un centro adoratorio, incluso en la década de los ochenta fueron encontradas ofrendas compuestas por ídolos de barro, vasijas y puntas de flecha de obsidiana.
Pero la historia no comenzó ahí, también han encontrado el esqueleto de una cabeza de mamut, así como caparazones de tortugas y restos de animales fosilizados de la era cuaternaria. El complejo turístico cuenta con un centro de información, pequeños restaurantes de antojitos, vigilancia y espacios para acampar. Pero si se busca emoción, aquí se puede bucear.
Para lograrlo hay que contactar a la Escuela de Buceo Media Luna, en donde rentan equipo y ofrecen cursos para bucear y aprender a realizar inmersiones y así conocer el abismo de este manantial, que presume una temperatura de hasta 32 grados centígrados. Hacerlo por las noches es, de verdad, alucinante.
Caminatas entre sobrevivientes
Después de nadar en las aguas cristalinas, subimos a la 4×4 para llegar a una comarca conocida como El Llano, en donde el agua potable es escasa y las tierras son salinas, que poco sirven para la agricultura. Justo aquí se encuentra el poblado de Pastora, donde se erige un templo construido por la orden franciscana a mediados del siglo XVIII, tomando el nombre de la Divina Pastora.
También existe una impresionante construcción que da muestra del ingenio y conocimiento arquitectónico de la época, se trata de Las Lumbreras, un acueducto que fue mandado a hacer por los Señores Condes de Peñasco en 1847. No se utilizó más que piedra y cal para construir los muros, con herramientas tan simples como picos y palas. Y por supuesto, un gran número de hombres. Hoy esta obra se conserva en buenas condiciones y es posible conocerla mediante una divertida caminata por las entrañas de esta maravilla, cruzando pasillos habitados por murciélagos y arcos que se alzan como si quisieran alcanzar el cielo.
Allí mismo, en Progreso, se halla La Ceiba Casona Rural, un pequeño hotel que ha tomado parte del edificio que conformaba la hacienda La Angostura, pero que celosamente aún mantiene su arquitectura original. Cuenta con temazcal y áreas verdes, además de un pequeño restaurante de comida regional. Un excepcional refugio para pasar la noche. Entusiasmados, decidimos avanzar y conocer otra hacienda, la de San Diego, en el poblado del mismo nombre, ideal para hacer un picnic y descorchar una botella de vino potosino o degustar una copa de mezcal local.
Asado de boda y galletas de miel
Ya es otro día, el sol se encuentra en todo su esplendor y el hambre nos hace buscar comida regional en el municipio de Ciudad Fernández, específicamente en el poblado de El Refugio, en donde tuvimos nuestra primera gran serendipia: Las Huertas, una lonchería que cocina deliciosos platillos en medio de parcelas con miles de naranjos alrededor. Encantador.
Aquí, bajo una palapa de palma y sobre una modesta mesa con mantel de plástico, las mayoras parecieran hacer magia con las típicas gorditas de revoltillo (huevo en salsa), barbacoa y asado de boda; también salen de sus fogones migadas y un delicioso pan de yema, todo cocinado a la leña.
De aquí tomamos carretera hasta la comunidad menonita ubicada en los límites de Rioverde y Ciudad Fernández. Si bien no es una atracción turística incluida en los folletos de turismo de la región, vale la pena visitarla para conocer su estilo de vida, comprar queso asadero y galletas de miel.
Aquí el tiempo se detuvo. Ellos se siguen transportando en carretas tiradas por caballos, cuidan sus vacas lecheras como lo han hecho desde hace décadas y mantienen la unidad familiar como un núcleo.
Por último, regresamos a Ciudad Fernández para conocer su Plaza de Armas, en donde se halla un hermoso quiosco de origen francés. Justo frente a esta plaza, un olor a pan nos invadió y no pudimos concentrarnos en nada más. ¿De dónde provenía? Alguien nos señaló La Concordia, panadería que mantiene sus instalaciones y recetas tal y como fueron desde su origen, en 1926, elaborando pan en horno de leña y donde también parece que las manecillas del reloj no dan más.
Con una concha de chocolate y una campechana regresamos a la plaza, mientras reconocíamos que estas son tan solo algunas de las muchas atracciones que enriquecen los itinerarios de los viajeros que desean descubrir el México inexplorado y bucear en sitios inesperados como la Zona Media potosina, el territorio de los pames, quienes lograron conocerlo a fondo para develar los secretos del ombligo del universo potosino.
Mejor temporada
Cada 25 de noviembre el pueblo festeja a su patrona, Santa Catarina de Alejandría. Fiesta famosa por incluir huapango arribeño, música regional que se extiende hasta Guanajuato.
Dónde dormir
El Sueño del Coronel Guerrero 101, Sector 1. Ciudad Fernández, SLP.
T. 01 (487) 872 3055.
Qué comprar
Vale la pena adquirir resorteras de madera, solquis miniatura, quesos menonitas y música del Dr. Chessani o Guillermo Velázquez, dos representantes del huapango arribeño.
Qué empacar
Equipo para bucear o practicar esnórquel para conocer la serie de manantiales, como La Media Luna o el Charco Azul
Para aprender a bucear
Escuela de buceo La Media Luna
Carretera Federal Núm.70
esq. Canal Media Luna 650
Ciudad Fernández, SLP.
T. 01 (487) 872 8189 /
Cel. 045 (487) 875 0203.
ACB local
Asado de boda: una especie de confit de carne de puerco en chile cascabel.
Chancaquilla: palanqueta de semillas de calabaza con piloncillo. Guiso borracho: caldo con cabrito, chorizo, costilla de cerdo, verduras y pulque.
Migada: gordita de maíz, pero de mayor tamaño. Va pasada por manteca y rellena de queso, lomo de cerdo y salsa de tomate. Solquis: carretas tradicionales de la región.
Viajero verde
En la localidad de El Tule está la ex hacienda de Vielma, que se encuentra rodeada por un ecosistema diferente. Se trata de un oasis en medio de la llanura árida, es la Laguna de Jocolixtle, el nuevo y desconocido atractivo turístico.
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