San Caralampio, el santo que nos librará del coronavirus
En Chiapas le rezan a San Caralampio para que nos salve del coronavirus. Aquí los detalles de este santo griego.
Debido a la contingencia del Coronavirus, la comunidad católica de Comitán, Chiapas, realizó una peregrinación por el Pueblo Mágico con la imagen de San Caralampio, santo y mártir griego que libró a la población de la peste, a mediados del siglo antepasado.
Diáconos, catequistas, rezadoras y católicos comenzaron la peregrinación a las 15:00 hrs, considerando las medidas de limpieza y distancia para elevar las plegarias y pedir por el pueblo de México salud y protección.
En los municipios chiapanecos de Comitán y Altamirano, santo patrono de este último, celebra la fiesta de San Caralampio durante el mes de febrero, el santo fue introducido en la región en 1850 por un soldado de nombre Otero, quien llevaba consigo una novena histórica del mismo, esta fue comprada por un hombre conocido como don Raymundo quien hizo un cuadro de Caralampio, que llevo a su rancho se cuenta que una epidemia asolo a la región comiteca y que la población cercana al rancho donde se hallaba el cuadro del santo no padeció la epidemia, a raíz de esto la comunidad comenzó la construcción de un templo en su honor en 1852 así como mandar a hacer una nueva imagen de San Caralampio para el templo que fue concluido en 1868.7
Y quizá, si acaso el fervor nos convoca, podríamos incluir a este santo —por cierto, el más anciano de todos los santos— en las plegarias, ya que una de las obras por las que fue beatificado fue precisamente limpiar el aire y librar de la peste a la entonces Turquía. Fue su obra original y tras la llegada a Chiapas, también salvó a Comitán.
A continuación, dejamos un extracto de la oración a San Caralampio:
«Dios y Señor omnipotente, en cuyas manos están la vida y salud de todos los hombres: por los méritos e intercesión de vuestro siervo el bienaventurado San Caralampio presbítero y mártir, a quien concediste, en premio de su heroica fe y constancia en defender su santo nombre, que donde estuviesen sus reliquias, o se celebrase su memoria, no habría hambre, ni peste ni aire alguno contagioso.
«Te suplicamos humildemente, que venerando la memoria de su martirio y admirables virtudes acá en la tierra, merezcamos vernos libres de toda infección de alma y cuerpo, y después gozaros en el cielo en su compañía».
¿Quién fue San Caralampio?
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