San Miguel de Allende, el destino favorito de los viajeros
Esta pequeña ciudad tiene tantas cosas por ofrecer que parece adaptarse al gusto de todos. Nosotros la recorrimos entera para descubrir por qué es uno de los mejores destinos de México.
Escápate un fin de semana:
Vuelo en Globo San Miguel de Allende
No importa si estás de paso o si llegas con la intención de pasar un fin de semana, o si te quedarás, por más tiempo en esta ciudad nombrada Patrimonio cultural de la Humanidad por la UNESCO. San Miguel de Allende se adapta a todas las personas y les brinda a los viajeros una experiencia tan profunda que te invita a regresar una y otra vez.
Viajé con un amigo de fin de semana hasta aquí para redescubrir este destino. La primera parada fue el mirador. Desde ahí se puede observar en plenitud la ciudad y la parroquia de San Miguel Arcángel, patrono de este municipio de Guanajuato.
“¿Qué es lo que hace a San Miguel de Allende el sitio favorito de los viajeros?”, pregunta Edgar, el viajero que me acompaña a realizar este recorrido. Nuestra primera idea es que la gente llega aquí porque te traslada en el tiempo; pensamos por un instante que su gran atractivo es conservar el encanto del México antiguo.
Al llegar al centro de la ciudad, rodeado de locales con artesanías como: muebles, bolsas de palma e ixtle, cientos de artículos decorados con calaveras, lámparas de papel, esculturas de madera y barro, y pinturas de artistas contemporáneos, te das cuenta que el arte vive en cada rincón de la ciudad.
Esos locales se alternan con restaurantes que resaltan los sabores de la gastronomía típica mexicana. Hay todo tipo de lugares para comer, para tomar una bebida refrescante o deleitarse con algo en tendencia como la comida orgánica, que aquí se puede consumir en un platillo tradicional como las enchiladas mineras o unos simples molletes. Aunque esta ciudad es reconocida por ser sede de restaurantes encabezados por chefs de renombre internacional.
El clima es inigualable. Arturo —uno de los lugareños que se sienta junto a nosotros en la plaza central— dice que casi todo el año hace calor, pero se soporta. Desde una banca frente a la iglesia se puede tomar un helado que adquieres en una especie de carrito elevado y que ofrece sabores inusuales, como higo y arándano.
Si viajas en fin de semana es probable que vivas por sus calles alguna boda, evento que te llevará a experimentar una pequeña muestra de lo que es la Fiesta de los Locos, o a deleitarte con el sonido de una banda tradicional. Este destino se ha convertido en los últimos años en el favorito de las novias.
En busca de la cultura
Ya descansados decidimos dar un recorrido exprés por otros tres recintos básicos que debes visitar en San Miguel de Allende, para conocer a fondo su cultura y la cultura mexicana:
El primero de ellos es el Museo Casa de Allende: Es donde nació y creció Ignacio Allende, uno de los héroes más connotados de la Independencia de México, siendo éste uno de los motivos por los cuales la ciudad se encuentra en el mapa de la ruta de la independencia.
La Casa del Mayorazgo de la Canal: Hoy convertida en un museo que mezcla el arte barroco con el contemporáneo. Es un sitio de hermosa arquitectura que el poeta Rafael Solana describió como “una de las más recias y completas muestras de arte colonial en todo el país”.
El Centro Cultural Ignacio Ramírez “El Nigromante”: Fue durante el siglo XVIII un convento, actualmente es uno de los atractivos más enigmáticos de San Miguel de Allende, ya que resguarda un mural inconcluso de David Alfaro Siqueiros, cuya belleza te hace sentir como si realizaras un viaje por el universo.
Permanecemos por un momento en la casa de la cultura, se presenta aquí de manera gratuita un concierto de flamenco. Charlamos con Cloé, una de las 14 mil personas extranjeras de 63 países distintos, que decidió hacer de esta ciudad su hogar. Nos cuenta que San Miguel «no para y que en cualquier temporada del año puedes encontrar ferias populares, exposiciones de arte, festivales gastronómicos y vinícolas, desfiles y cientos de muestras artesanales».
Empieza a caer la tarde y continuamos nuestra visita con una caminata por las calles empedradas de esta ciudad, a cada paso vemos a nuestro alrededor casas multicolor, con arquitectura colonial, algunas decoradas con macetas en la azoteas y diseños muy mexicanos; la caminata se convierte en un paseo lleno de romanticismo.
Vamos en busca del sitio donde nos hospedaremos. Es impresionante la cantidad de opciones que se ofrecen: hoteles boutiques, hoteles de grandes cadenas con habitaciones de diseños con rebozos y artesanías o habitaciones compartidas en auténticas casas de habitantes sanmiguelenses y hasta haciendas que están en los alrededores de la ciudad, como es el caso de la casa en la que solía vacacionar Mario Moreno ‘Cantinflas’. Tantas opciones nos ponen a meditar durante un rato a dónde queremos llegar pero, de ser posible, probaríamos todas las opciones.
Cae la noche y suspiramos al pensar que definitivamente este pueblo tiene mística, tiene una magia especial, el servicio al turista es único, la calidez y hospitalidad de los lugareños no se compara con ningún otro país de Latinoamérica.
Si a eso le sumamos su entorno natural espectacular y otras múltiples actividades que puedes realizar aquí, como dar un paseo en cuatrimoto, se puede entender por qué San Miguel de Allende tiene años de ser el sitio favorito de los viajeros. ¿Ustedes qué opinan?
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