Semana Santa en Zacatlán, una experiencia que conmociona
En medio de la niebla y el frío se celebra el Vía Crucis de Semana Santa en Zacatlán. El ambiente es tan místico que cada año atrae a miles de visitantes.
Semana Santa en Zacatlán de las Manzanas, una experiencia inolvidable
Los preparativos de Semana Santa en Zacatlán de las Manzanas, Puebla, inician con varias semanas de anticipación. El pueblo de Jicolapa y de Zacatlán en general se preparan para recibir a miles de visitantes que llegan sólo para vivir el Vía Crucis, una experiencia que cala en los huesos.
Al llegar, para quienes somos de clima cálido, la temperatura de Zacatlán resulta casi insoportable. Y es que en estas fechas parece que la Primavera aún no termina de entrar al poblado. Por ello es imprescindible ir bien abrigado e incluso llevar un impermeable, pues la lluvia también llega de manera inesperada.
Cabe señalar que para vivir la representación del Vía Crucis es necesario llegar por lo menos uno o dos días antes. Esto debido a que suelen congestionarse las calles, además de que algunas estarán cerradas.
Otro punto importante es que el evento inicia por la madrugada y dura varias horas. Así que es indispensable ir desayunado, con algún aperitivo y con una botella de agua.
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La comunidad que lleva a cabo la representación es la de Jicolapa, la cual pertenece al municipio de Zacatlán. Asimismo, la procesión inicia en La Cruz del Guardián, pasa por el Santuario al Señor de Jicolapa, atraviesa las calles y llega hasta uno de los cerros.
Como turista puedes realizar la procesión completa que consta de tres kilómetros o puedes alcanzarla en alguno de los puntos en los que se representan las tres caídas.
Eso sí, los actores están protegidos por reatas que están en constante movimiento. Por ello debes mantener cierta distancia o podrías recibir un golpe fuerte o una quemadura por el roce de la misma.
Otro punto a tomar en cuenta es que hay jinetes cabalgando caballos. La mayoría son actores que interpretan a los romanos. Por eso, es indispensable que no molestes a los caballos y que, de preferencia, te mantengas -junto con tu familia- alejado de ellos.
Es así como, sin importar la dificultad del clima, más de cien actores y actrices representan de forma excelente el personaje que le corresponde. Todo el lugar es invadido por un ambiente solemne.
No sé si sea por el ambiente en general, pero cuando pasa el actor que interpreta a Cristo, se siente cómo una ola de energía y de diferentes emociones atraviesan los huesos de los presentes.
El final del Vía Crucis
Después de una larga travesía tiene lugar la representación más conmovedora: la de la Crucifixión. Cientos de personas se distribuyen alrededor de la escena.
Por el tumulto que se crea es casi imposible ver con detalle, por eso muchos optamos por quedarnos al pie del cerro y observar desde ahí con ayuda de un telefoto o con el zoom del celular.
El ambiente depende del clima, pero casi siempre toca que esté atravesado por espesas capas de niebla. El ambiente húmedo añade un toque de misticismo que no poseen otras representaciones (como la que se realiza en Iztapalapa).
Una vez que la representación concluye, todos los habitantes, turistas y demás curiosos descienden por las calles. Aunque hay opciones de transporte colectivo, suelen saturarse, por lo que la mejor opción es bajar caminando a pesar del cansancio.
Después puedes refrescarte en algún restaurante y pasear por los alrededores o regresar a tu hospedaje y, si eres creyente, acudir a Los Santos Oficios al pie de la Cruz.
Por último, cabe señalar que, seamos creyentes o no, vivir la Semana Santa en Zacatlán de las Manzanas es algo que todos deberíamos de hacer por lo menos una vez en la vida.
Agradecimientos a Estudia Foto
