Tejate, bebida de dioses a base de maíz y cacao
No dejes de probar el tejate, una bebida oaxaqueña de origen prehispánico elaborada con maíz y cacao; una verdadera delicia refrescante.
No se puede hablar de la historia de México sin hablar del maíz. El maíz representa uno de los alimentos más importantes desde la creación misma del universo -al menos según el libro sagrado del Popol Vuh- y ha sido base cultural y nutricional de estas tierras desde hace miles de años. (Puedes conocer la historia del maíz aquí). Por esta razón no es de extrañarse que culturas prehispánicas usaran el maíz para rituales, ofrendas o para consumo de los reyes. Un ejemplo es el tejate -también llamado “bebida de los dioses”– de origen prehispánico y utilizado en ceremonias de siembra y cosecha; también los reyes zapotecas lo consumían.
Se dice que el tejate viene del náhuatl “texatl”, que significa ‘agua harinada’.
Si vistas Oaxaca y recorres sus calles, seguramente verás puestos con grandes ollas de barro que venden tejate, pero es en el poblado de San Andrés Huayapan, en el valle de Oaxaca, donde representa una importante base cultural y económica (decenas de familias viven de la venta de esta bebida). Ahí, año con año, durante la temporada de la Guelaguetza, también se lleva a cabo la Feria del Tejate.
La razón por la que San Andrés Huayapan es la tierra de esta «bebida de dioses», es porque aquí crece el árbol del rosital, que da una flor muy particular, ingrediente necesario para su preparación.
“El tejate es una bebida refrescante, nutriva y energizante, hecha con maíz, cacao, la almendra del mamey y la rosita de cacao”, me explica Leticia Ruiz, una mujer oaxaqueña que vive de la venta de este elíxir y que, al igual que muchas otras, aprendió el arte de la elaboración de esta bebida de su madre, y ella de su madre, y así sucesivamente por generaciones y generaciones.
Los ingredientes se muelen hasta convertirse en una pasta, que se mezcla en una olla de barro con agua fría y de manera paulatina. Una vez listo, la densidad de la rosita de cacao hace que se forme una capa en la superficie. Dicen los que saben que entre más espesa la capa de rosita de cacao, mejor es el tejate. Por cierto, se sirve bien frío y en jícaras rojas.
Si es la primera vez que tomas el tejate, seguramente los sabores que más apreciarás serán los del cacao y el maíz tostado. El hueso de mamey y la rosita de cacao tienen sabores más sutiles.
Realmente tenía razón Leticia, el tejate es sumamente refrescante, ligero y lleno de sabor. Una verdadera delicia que te hará sentir como un rey o quizá hasta un dios.
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